North America

El ministerio de un joven pastor a los pasajeros aéreos

¿Se puede cumplir un ministerio como capellán en un aeropuerto?

Chantilly, Virginia, United States | Ansel Oliver/ANN

Cada jueves por la mañana, José A. Barrientos Jr. deja su hogar poco antes de las 5 de la mañana rumbo al Aeropuerto Internacional de Dulles, donde cumple un ministerio durante varias horas. Pero en lugar de miembros en los bancos de una iglesia, sus "feligreses" son apresurados pasajeros y empleados de uno de los aeropuertos internacionales más grandes del país.

Barrientos es ministro adventista y uno de los 18 capellanes asistentes en ese ocupado centro aéreo. No solo es el más joven sino el único capellán hispano, lo que lo beneficia a la hora de ayudar a los pasajeros de habla española, portuguesa e italiana, y al personal de mantenimiento, cuya gran mayoría es hispana.

Él y otros capellanes ofrecen ayudan a los pasajeros de las diversas terminales dándoles indicaciones, ayudándolos a recuperar su equipaje u observando para ver quiénes necesitan consuelo. Una vez al mes, Barrientos también conduce un culto protestante en la capilla interreligiosa de la terminal internacional.

Barrientos cumple trabajo de tiempo completo como pastor de la iglesia adventista Community Praise Center allí cerca en Alexandria. Los líderes de la iglesia esperan que más ministros adventistas decidan colaborar como capellanes en los aeropuertos.

"Nos interesa que más pastores extiendan sus ministerios a la comunidad", dijo Gary Councell, director de Ministerios de Capellanía (ACM) de la iglesia mundial. "Solo podemos influir en los demás cuando nos mezclamos y pasamos tiempo con ellos".

Los pastores adventistas aprobados por ACM pueden cumplir funciones en empresas, servicios de policía y bomberos, eventos deportivos y cruceros.

En los aeropuertos, muchos hablan con el capellán simplemente para compartir su buen humor por unos minutos, mientras que otros necesitan desesperadamente apoyo espiritual, como la mujer que se pasó sollozando durante uno de los cultos en la capilla porque acababa de descubrir que su esposo le era infiel.

Dulles, que fue inaugurado en 1962 y se encuentra a unos 40 kilómetros de Washington D.C., emplea a casi treinta mil personas. Según su sitio web, el año pasado atendió a casi 24 millones de pasajeros.

"Barrientos es maravilloso, todos lo quieren", dice Ralph Benson, ministro bautista y supervisor del joven pastor adventista.

Barrientos (izquierda), ayuda a que una pasajero llegue a su puerta de salida. Algunos días se reúne con gente en la capilla del aeropuerto, mientras que otros camina varias millas brindando orientaciones prácticas a los pasajeros.

Barrientos (izquierda), ayuda a que una pasajero llegue a su puerta de salida. Algunos días se reúne con gente en la capilla del aeropuerto, mientras que otros camina varias millas brindando orientaciones prácticas a los pasajeros.

Barrientos, que tiene solo 28 años, dice que la mayoría de los hispanos no esperan encontrarse con un ministro de su edad. Otros pasajeros se muestran sorprendidos de que ese trabajo siquiera exista.

"Yo ni siquiera sabía que los aeropuertos tienen capellanes", dijo Betsy Buckner, que junto con su esposo habían volado toda la noche después de visitar amigos en la Argentina. Los Buckner estaban buscando la sala ejecutiva de Air France, para pasar las cinco horas de escala antes de volar a San Diego, California.

"Los pasajeros se encuentran por lo general en uno de dos extremos: o están muy felices, o realmente tristes", dice Barrientos. Muchos pasajeros están yendo a visitar a sus amados, mientras que otros acaban de perder algún ser querido.

El ministerio del aeropuerto es rápido: un capellán tiene que conocer a la persona con rapidez y poco después dejarla ir.

"Para mí es fácil. Me gustar hacerme de amigos", dice después de conversar con un guardia de seguridad. "[Mi novia] puede decirle que hablo demasiado".

Cuando no habla con los empleados o ayuda a los pasajeros, Barrientos informa a la gente sobre la existencia de la capilla y sus reuniones. Barrientos dice que el libro que más se lleva la gente para leer es El camino a Cristo, de Elena G. White, cofundadora de la Iglesia Adventista. La capilla recibe la visita de unas trescientas personas por día.

La primera capilla en un aeropuerto fue una capilla católica establecida en 1951 en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston. Hoy día, más de 140 aeropuertos en el mundo cuentan con una capilla.

En las últimas décadas, la tendencia ha sido ofrecer una capilla interreligiosa como la de Dulles, que ofrece servicios para los católicos, musulmanes y protestantes.

Barrientos dirige el servicio protestante de las 19:00, el tercer miércoles de cada mes.

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