Hace cuatro años, dos personas sin techo ingresaron a la iglesia adventista Minlak con el hedor a suciedad y alcohol. Los dos se sentaron sin que nadie se sentara demasiado cerca de ellos.
A pesar de ello, los presentes recordaron el versículo de la Biblia que dice: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, y se dieron cuenta de que el tratamiento que estaba dando a las visitas no concordaba con ese texto.
En el presente, el ambiente de la iglesia ha cambiado en esta congregación de la ciudad Uijeongbu, en la zona norte no muy lejos de Seúl. La iglesia cuenta con un servicio especial denominado la “Iglesia del Amor”, que se dedica a atender las necesidades de los sin techo. La congregación de ciento veinte miembros ahora recibe otros cincuenta para esta reunión especial. La “Iglesia del Amor” recibe unos veinte nuevos miembros en promedio cada año que se unen a la denominación por medio del bautismo.
Lee Young Hwa, que es el anciano de iglesia a cargo de ese servicio, afirma que la “Iglesia del Amor” necesita aliento y también ser responsable. Cada semana toma asistencia y registra el progreso de cada persona. También toma una fotografía del rostro de cada persona y deja registro de sus consultas y búsqueda de trabajo, así como de sus ahorros y contribuciones.
“Cuando le damos a la gente lo que necesitan, ellos confían en nosotros”, dice Lee. “Creo que esta es la manera de Cristo de ayudar a otros”.
Lee, que tiene 58 años, ha llegado a ser el anciano respetado del grupo, y dice que siente que puede conectarse con ellos como resultado de sus propias luchas, que sin embargo no son tan severas. Durante años trabajó como consultor de comercialización, tanto en Nueva York como en Seúl. Más tarde inició su propia empresa, pero le fue mal y entonces cayó en una profunda depresión. Fue durante ese período de desánimo que leyó seis veces el libro “El Deseado de todas las gentes”. Ese libro es un título de los más destacados de Elena White, una de las fundadoras de la Iglesia Adventista.
Voluntarios de la iglesia a menudo ayudan a servir a los miembros de la congregación que no tienen donde vivir. En la fotografía, uno de los miembros sirve en un reciente almuerzo de la iglesia.
Los miembros ahora ayudan a los que asisten a la “Iglesia del Amor” recomendándoles ofertas de trabajo y estudiando la Biblia con ellos.
“La ayuda a las personas sin techo por medio de la ‘Iglesia del Amor’ motivó a toda la congregación”, dice el pastor asociado Gil Chul Jong. “Los corazones de muchos se vieron tocados por este servicio desinteresado. Por ello, muchos voluntarios se acercaron a ayudar”.
Gil dijo que el proyecto no se habría hecho realidad sin el servicio de Lee.
“Por medio de su sacrificio, dedicación y esfuerzo persistente, fue capaz de llevar muchas personas a Dios”, dijo Gil.
Este año, Lee planea comenzar una organización denominada “El Faro”, que ofrecerá asistencia a la gente de la comunidad cercana.