West-Central Africa

República Centroafricana: Los miembros no han sido tan afectados por el golpe de estado

Un caso de identidad equivocada hizo que un pastor recibiera una paliza en enero pasado

Yaoundé, Cameroon | Abraham Bakari CAUM/ANN staff

Los saqueos masivos del pasado domingo en la capital de la República Centroafricana no han afectado las operaciones de la Iglesia Adventista, pero varios incidentes en los meses recientes han cobrado su precio en unos pocos empleados de la iglesia en medio de la continua guerra civil.

La Iglesia Adventista de esta nación mediterránea africana organizó una procesión de la paz hace algunas semanas, pero en enero, un obrero de la misión recibió una paliza y un pastor fue arrestado por soldados rebeldes en un caso de identidad equivocada.

Los informes de los medios indican que François Bozize, presidente de la República Centroafricana, huyó del país el pasado fin de semana, lo que hizo que Michel Djotidia, líder rebelde del grupo denominado Seleka, se proclame presidente.

Más de de una decena de soldados sudafricanos que apoyaban al presidente perdieron la vida durante la toma de la ciudad por parte de los rebeldes, informó Reuters. Este es el último golpe de estado en un país conocido por transiciones de este tipo desde que el país se independizó de Francia en 1960.

James Kouedi, tesorero de la Misión de la República Centroafricana de la Iglesia Adventista, dijo que se aconsejó a los miembros que se dirijan directamente a sus hogares después del culto del pasado sábado, al momento en que los rebeldes ingresaban en la ciudad.

Gueret Jean Jacques, presidente de la misión, informó que el orden parece estar retornando lentamente a la ciudad capital de Bangui, donde viven unas seiscientas mil personas. En una entrevista telefónica en el día de ayer, dijo que aún existe agitación y algunos problemas de seguridad, y que desde el sábado no hay ni servicio de agua ni electricidad.

En el país hay más de 10.300 miembros de la Iglesia Adventista, y trabajan allí seis pastores y diez pioneros de Misión Global.

Los eventos de los últimos días han ido juntando presión desde el año pasado. La rebelión Seleka (término que significa “Alianza” o “Solidaridad” en la lengua sango, que se habla en el país) fue generalizada, hasta que en enero pasado se firmó un acuerdo con el gobierno. Este, sin embargo, fue descartado poco tiempo después, lo que motivó el inicio de los episodios actuales de lucha.

Jacques invitó a los miembros de la iglesia y de la comunidad a que participen de una procesión de paz hace algunas semanas. Unas quinientas personas participaron de la marcha.

Ningún miembro ha perdido la vida en el conflicto, aunque unos pocos han sido heridos. En diciembre, en la ciudad de Bambari, el hogar del pastor Mavoulet Marious y su familia fue alcanzado por un cohete y por disparos. Todos salieron ilesos.

En enero, Marious fue arrestado después de que los soldados rebeldes confundieron su traje de los Conquistadores Adventistas con un uniforme militar del gobierno, pero pronto fue liberado.

En la ciudad de Sibut, el misionero pionero Ngate Benjamin recibió una paliza de parte de los soldados rebeldes y, entre otras heridas, perdió un diente. En su casa se albergaba un miembro de iglesia que cumplía funciones en las Fuerzas Armadas del gobierno. El hombre se enteró de las noticias y se rindió al ejército rebelde para garantizar la liberación de Benjamin. Los líderes de la iglesia dicen que estos incidentes aislados no han interrumpido sin embargo las actividades de la iglesia.

La Iglesia Adventista llegó al país en 1960 por medio de la obra del misionero Jean Kempf y su esposa.

Aunque el país es muy rico en depósitos minerales, petróleo y piedras preciosas, la pobreza generalizada representa un gran desafío para el evangelismo. La misión no ha alcanzado el sostén propio y depende de subvenciones. Hay menos pastores que misioneros pioneros.

En los últimos años, varios estudiantes fueron enviados a la Universidad Adventista Cosendai en Nanga Eboko (Camerún), para estudiar teología y educación. Algunos de los líderes de la misión están siguiendo programas de estudio en la Universidad Adventista del África.

Entre las instituciones de la iglesia que se destacan en el país está el Colegio Adventista de Bangui, muy reconocida en la ciudad, que ofrece educación primaria y secundaria. Actualmente cuenta con unos quinientos estudiantes.

Asimismo, el gobierno le otorgó hace poco a la Iglesia Adventista treinta hectáreas para crear una Universidad Adventista en las afueras de la ciudad capital, y otras tres hectáreas para la construcción de la nueva sede de la iglesia en el país.

Se espera que Bangui sea la sede de una nueva unión de la Iglesia Adventista que se espera crear más cerca de fin de año. La unión conservaría el nombre “Unión Misión de África Central”, y también abarcaría a Chad, Congo, Gabón y Guinea Ecuatorial. Camerún, que actualmente se encuentra en esa unión, llegaría a formar una unión propia.

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