Informe anual destaca el deterioro de la libertad religiosa en el mundo

Comisión estadounidense lleva un registro de los principales infractores; hay algunas señales de optimismo

Silver Spring, Maryland, United States | Elizabeth Lechleitner/ANN

El informe de este año de la Comisión Estadounidense de Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) ha preocupado a los expertos en derechos humanos de la Iglesia Adventista en relación con la creciente intolerancia patrocinada o permitida por los gobiernos hacia las religiones minoritarias de diversas partes del mundo.

“Una vez más se nos recuerda que para las minorías religiosas, que en muchas regiones incluyen a los adventistas del séptimo día, las cosas pueden ser muy difíciles y, en muchos lugares, están empeorando”, dijo Dwayne Leslie, director de Asuntos Legislativos de la Iglesia Adventista mundial.

El informe de la comisión independiente categoriza a los infractores países de nivel 1, nivel 2 o “lista en observación”. Las naciones de “Nivel 1” son designadas como los “países de preocupación especial” (CPC), donde las violaciones a la libertad religiosa son definidas como “sistémicas, continuas y atroces”, e incluyen la tortura, la detención prolongada sin cargos, las desapariciones y “otras negativas flagrantes de la vida, la libertad y la seguridad de las personas”. Los países redesignados este año en este nivel son Arabia Saudita, Birmania, China, Corea del Norte, Eritrea, Irán, Sudán y Uzbekistán.

Las naciones categorizadas este año como de “Nivel 1” incluyen a Egipto, Irak, Nigeria, Pakistán, Tayikistán, Turkmenistán y Vietnam. Aunque estos no son países oficialmente CPC, se encuentran “en el umbral” de una designación como de “Nivel 1”, indica el informe.

Los países designados como de “Nivel 2” por el informe aparecen en esa lista por contar con “tendencias negativas que podrían terminar en severas violaciones a la libertad religiosa”. Estos países son Afganistán, Azerbaiyán, Cuba, India, Indonesia, Kazajistán, Laos y Rusia.

Un tercer pequeño grupo de naciones conforman una lista de países en observación, y la comisión está “monitorizando” esos territorios para detectar violaciones. En esta lista está Bahréin, Bangladés, Bielorrusia, Etiopía, Turquía, Venezuela y Europa Occidental.

En los últimos años, Europa Occidental ha provocado críticas por reducir las expresiones religiosas entre las minorías religiosas. Las leyes de Francia y Bélgica ahora prohíben el velo musulmán. Suiza ha bloqueado la construcción de nuevos minaretes sobre las mezquitas musulmanas. Y las así llamadas leyes de difamación religiosa, que los expertos en libertad religiosa dicen que podrían restringir la libre expresión religiosa en el mundo, continúan surgiendo en la región.

En Irán, dijo Leslie, el gobierno sigue oprimiendo, arrestado y, en algunos casos, torturando a los cristianos. Hace poco le sucedió al pastor estadounidense Saeed Abedini, que fue encarcelado en Irán en septiembre pasado por sus creencias religiosas.

Pakistán también ha estado en los titulares en los últimos meses por la violencia contra los cristianos. En marzo, una turba incendió los hogares y tiendas de una comunidad cristiana en respuesta a supuestos insultos contra Mahoma.

Nigeria es otra zona cada vez más preocupante, dijo Leslie. Allí, el grupo extremista Boko Haram ha desatado en los últimos años la violencia sectaria contra las comunidades cristianas, bombardeando iglesias y provocando cientos de muertes. Desde enero, los adventistas del país han informado que la asistencia a las iglesias ha disminuido y que algunas inclusive se han cerrado como resultado del empeoramiento del conflicto religioso.

Países como Irán, Pakistán y Nigeria, dijo Leslie, están profundamente arraigados en la intolerancia, y es improbable que el informe cambie esa conducta. Pero para los países que han ingresado a la lista de observación, “el diálogo acaso pueda llevar a una mayor libertad de creencias”, expresó.

Después de repasar las violaciones a la libertad religiosa, la comisión hace recomendaciones al presidente de los Estados Unidos, al secretario de estado y al Congreso. Estas recomendaciones pueden incluir embargos de armas, restricciones sobre las exportaciones y, añadió Leslie, diálogos adicionales con algunas de las naciones infractoras.

Más allá de eso, dijo Leslie, el informe “mantiene constantemente la libertad religiosa en la conciencia pública, recordando a la gente por qué es importante que sigamos luchando por la libertad de todas las personas de fe”.

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