Southern Africa-Indian Ocean

Servicio comunitario inaugura conferencia mundial de jóvenes adventistas en Sudáfrica

Tres mil cien jóvenes asistieron a la ceremonia de apertura en Pretoria

Pretoria, South Africa | Ansel Oliver/ANN

Samantha Lee, de Australia, dedicó la última semana a trabajar en un hogar para niños huérfanos y sin hogar. Lee afirmó que la semana de servicio fue un premio para ella, en un viaje que realizó para celebrar su vigésimo primer cumpleaños.

“Quería ir a algún lugar para ayudar a alguien, no solo disfrutar de vacaciones”, dijo.

Lee, que pasó la semana con amigos en el Centro Cristiano de Crisis en Kameeldrift, es una de los más de mil jóvenes adventistas que llegaron de todo el mundo para la semana de apertura de la conferencia mundial de jóvenes de la Iglesia Adventista.

El “Impacto Sudáfrica: III Conferencia Mundial de Jóvenes y Servicio Comunitario” se extiende del 8 al 13 de julio, y cuenta con una semana de proyectos de servicio, seguida de esta semana de reuniones generales y devocionales vespertinos.

La semana pasada, grupos de voluntarios trabajaron en sesenta proyectos diferentes en Ciudad del Cabo, Soweto, y en la capital Pretoria.

“Los jóvenes pasaron momentos muy buenos sirviendo a otros y marcando un gran impacto en el país”, dijo Gilbert Cangy, director de Ministerios Jóvenes Adventistas.

Stefania Sandoval (extremo superior izquierdo), una joven ingeniera de 25 años de Venezuela, trabajó la semana pasada como voluntaria recolectando ropas y alimentos para gente necesitada de Heidelberg. Ella fue una de los más de mil jóvenes adventista que trabajaron en sesenta proyectos de servicio comunitario, como parte de la conferencia de jóvenes adventistas de la iglesia mundial.

Stefania Sandoval (extremo superior izquierdo), una joven ingeniera de 25 años de Venezuela, trabajó la semana pasada como voluntaria recolectando ropas y alimentos para gente necesitada de Heidelberg. Ella fue una de los más de mil jóvenes adventista que trabajaron en sesenta proyectos de servicio comunitario, como parte de la conferencia de jóvenes adventistas de la iglesia mundial.

Simone Thiel, una joven de 18 años proveniente de Alemania, dijo que fue “la mejor experiencia de su vida”. Thiel dijo que ella y un grupo de Alemania pintaron una iglesia en Dobsonville (Soweto), y trabajaron en un orfanato. La mejor parte, dijo, fue alojarse en el hogar de los miembros de iglesia. “En Alemania es imposible que cincuenta personas coman en una habitación. Allá es todo muy pequeño, y nos gusta tener nuestro espacio”.

Lindsay Foolchand, un joven de 30 años que es guía de turismo en Mauricio, trabajó en Soweto cocinando y lavando ropas en un hogar para discapacitados. En especial, disfrutó del estilo adventista local de interpretar cánticos: “Era tan intenso, desde el corazón. Muy diferente a lo que estamos acostumbrados”, dijo.

Stefania Sandoval, una joven ingeniera de 25 años de Venezuela, recolectó ropas y alimentos para familias necesitadas y reparó pisos en una residencia estudiantil en Heidelberg. “Fue la primera vez”, dijo al referirse a la colocación del piso. “Tuvimos que aprender. Pero todos estaban muy felices”.

Tapuwa Taps Mathiba, un joven de 16 años de Sudáfrica, trabajó con un grupo para producir una Escuela Bíblica de Vacaciones para treinta niños en la ciudad de Tembisa. También ayudó a remodelar una casa en Mamelodi. “No sé cómo se podía vivir en esa casa”, dijo al referirse a la edificación de dos ambientes que albergaba a una familia de ocho personas.

Un coro entona el cántico “Oh día feliz” el 8 de julio, en la apertura de “Impacto Sudáfrica”, la conferencia mundial de jóvenes de la Iglesia Adventista. Más de tres mil personas provenientes de 97 países asistieron a la ceremonia de apertura en el Hotel y Centro de Convenciones Saint George, en Pretoria.

Un coro entona el cántico “Oh día feliz” el 8 de julio, en la apertura de “Impacto Sudáfrica”, la conferencia mundial de jóvenes de la Iglesia Adventista. Más de tres mil personas provenientes de 97 países asistieron a la ceremonia de apertura en el Hotel y Centro de Convenciones Saint George, en Pretoria.

Armando Miranda, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista mundial, supervisó once proyectos en Ciudad del Cabo. Miranda dijo que un grupo de australianos, canadienses y rusos trabajaron juntos para limpiar una zona pobre de la ciudad y enseñar a los niños cómo mantener limpio el lugar. “Fue realmente importante porque involucraron a la comunidad”, dijo Miranda. “Fue una experiencia maravillosa para todos, e hicimos muchísimos amigos”.

La ceremonia de apertura de hoy reunió a unos tres mil cien jóvenes provenientes de 97 países en el Hotel y Centro de Convenciones Saint George. La velada comenzó con un desfile de las naciones. Cada país estuvo representado por un abanderado vistiendo la indumentaria nacional. Los presentes en el auditorio se esforzaban por ver, muchos con cámaras y tabletas que procuraban captar la acción sobre el escenario.

En la parte trasera, mientras un coro africano entonaba el “Amén” con movimientos rítmicos, Jania Betlinski, una joven de 32 años de Oregón (Estados Unidos), observaba desde una cornisa. “Estoy impresionada”, dijo, “porque no pensé que sería así, con todos estos colores y esta música. Es maravilloso”.

Los asistentes fueron saludados por Irvin Khoza, presidente de la Liga de Fútbol de Sudáfrica, quien expresó su gratitud a la Iglesia Adventista por su crianza. Se ofreció también un reconocimiento a Baraka Muganda, exdirector de Ministerios Jóvenes, quien es originario de Tanzania. Y el alcalde Kgosientsho Ramokgopa, de la ciudad de Tshwane, invitó a los presentes a recordar en sus oraciones el expresidente Mandela, quien está, afirmó, en un hospital a solo diez kilómetros de distancia.

Cangy, el director de Ministerios Jóvenes, se dirigió a los asistentes, citando el lema del encuentro: “Jesús está en la ciudad porque ustedes están en la ciudad”, dijo, antes de declarar la apertura oficial de la conferencia.

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