Southern Asia-Pacific

En Pakistán, adventista sentenciado a prisión perpetua por supuesta blasfemia

En fallo controvertido, el acusador se retractó de sus dichos

Silver Spring, Maryland, United States | Elizabeth Lechleitner/ANN

Una corte de Pakistán sentenció este mes a un adventista a prisión perpetua por supuesta difamación al profeta Mahoma en un caso relacionado con las controvertidas leyes nacionales contra la blasfemia.

Sajjad Masih, de 29 años, fue condenado por el supuesto envío de mensajes de texto blasfemos en 2011 a un miembro de un grupo extremista religioso, a pesar de que su acusador luego se retractó y de la incapacidad de los fiscales de producir alguna evidencia de su participación. Javed Sahotra, el abogado defensor de Masih y también miembro de la Iglesia Adventista, dijo que el juez cedió bajo la presión de los extremistas que dominan el panorama religioso y político.

John Graz, director de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa de la Iglesia Adventista mundial, dijo que el caso de Masih no es inusual.

“En Pakistán, los miembros de las minorías religiosas viven bajo la constante amenaza de ser acusados de blasfemia”, dijo Graz. “Saben que si son acusados, no pueden contar con una investigación seria”.

Según informes periodísticos, a Masih le tendió una trampa Donald Bhatti, quien en mayo de 2011 se casó a la fuerza con la que era novia de Masih, presionando a sus padres con promesas de visas de trabajo. Bhatti había sido novio de la joven antes de trasladarse al Reino Unidos, y se cree que estaba celoso de la relación de ella con Masih. Después de la ceremonia, Bhatti regresó inmediatamente al Reino Unido, llevando a su nueva esposa consigo. Masih y su ex novia, sin embargo, siguieron siendo amigos, y se llamaban a menudo.

A fines de diciembre, la policía de Gojra allanó la casa de Masih, buscando evidencia y procurando arrestarlo, dijo Sahotra. Su acusados, Tariq Saleem, había denunciado a la policía local de los mensajes de textos y los instó a rastrear el número de celular y arrestar a su dueño, dijo.

Se descubrió entonces que el número estaba registrado a nombre de la esposa de Bhatti. Ella le dijo a Masih que Bhatti había adquirido una tarjeta SIM con su documento de identidad y hecho arreglos para que un cómplice enviara los mensajes, con la esperanza de enturbiar la relación, dijo Sahotra.

La policía de Gojra arrestó a Masih el 28 de diciembre de 2011. Su abogado lo acompañó a la Comisaría de Gojra, donde esperaba que Masih prestara declaraciones y limpiara su nombre, dijeron los líderes de la iglesia.

Por el contrario, el caso quedó registrado bajo las leyes de Pakistán contra la blasfemia, que piden la pena de muerte o la prisión perpetua para cualquier persona que sea hallada culpable de blasfemar contra Mahoma, el profeta del islamismo.

Michael Ditta, presidente de la Unión de Pakistán de la Iglesia Adventista, dijo que las leyes son usadas lamentablemente para vengarse de los cristianos y de otras minorías religiosas. En Pakistán, los musulmanes representan el 96 por ciento de la población, y solo el dos por ciento de los habitantes del país se identifica como cristiano.

“Como religión minoritaria estamos preocupados por la utilización errónea de la ley y por la creciente intolerancia hacia los cristianos en el país”, dijo Ditta.

Hace unos meses, Pakistán fue categorizado en el “Grupo 1” de países por la Comisión Estadounidense de Libertad Religiosa Internacional, debido a su intolerancia “sistémica, continua y ofensiva” contra los grupos religiosos minoritarios.

En la comisaría, Masih dijo que fue forzado bajo coerción a “confesar” de enviar los mensajes de texto, dijo Sahotra. Entonces fue enviado a prisión a esperar el juicio.

Después de más de un año y medio en la Prisión Distrital Toba Take Singh, Masih fue sentenciado a prisión perpetua, a pesar del hecho que, en el interrogatorio, su acusador admitió que él no había recibido ningún mensaje de texto blasfemo como había afirmado originalmente.

Asimismo, las declaraciones juradas de los colegas de Masih confirman que él estaba trabajando en Pakpattan en el momento en que sus acusadores afirmaron que había enviado los mensajes de texto desde el teléfono celular de su exnovia.
Sahotra dijo que está planeando apelar el fallo a comienzos de agosto.

En la sede central de la iglesia en Maryland (Estados Unidos), Graz y otros miembros del recientemente formado Comisión de Defensa de Miembros Perseguidos por Razones Religiosas están siguiendo con atención el caso de Masih. La comisión también está defendiendo a Antonio Monteiro, otro miembro adventista detenido en forma arbitraria.

“Queremos que nuestros miembros y líderes del gobierno sepan que la Iglesia Adventista toma estos casos con mucha seriedad”, dijo Graz.

“Lo que le está sucediendo a Sajjad Masih es otro trágico ejemplo del abuso de las leyes contra la blasfemia en algunas regiones de Pakistán. La opresión de las personas en nombre de una religión contradice el mensaje por el que abogamos de paz y justicia para todas las religiones”.

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