Principal líder adventista de salud hace un llamado a la compasión en toda circunstancia

El doctor Landless analiza evidencias médicas sobre las causas y la incidencia de la homosexualidad

Cape Town, South Africa | Adventist Review/ANN staff

El principal líder de salud de la Iglesia Adventista del Séptimo Día dijo que no existe un modelo claro para entender por qué algunos individuos son homosexuales, diciendo que constituye una “compleja interacción de factores genéticos y ambientales”.

En un mensaje plenario en el día de ayer en la conferencia denominacional sobre sexualidad, el doctor Peter Landless, director del departamento de Ministerios de Salud de la iglesia, ilustró con palabras y también imágenes la complejidad de la procreación y las variaciones y trastornos genéticos que a veces se producen.

Landless expresó esas declaraciones en el marco del Centro de Convenciones Internacionales de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde la Iglesia Adventista está llevando a cabo la cumbre: “A imagen de Dios: Las Escrituras, la sexualidad y la sociedad”. 

La conferencia, de cuatro días de duración, busca determinar cómo debería responder la Iglesia Adventista a las experiencias de homosexualidad y sexualidades alternativas. Los presentadores han llamado la atención a posibles implicaciones para el ministerio pastoral de la Iglesia Adventista a los individuos, las prácticas laborales, la operación de sus numerosos sistemas educacionales, y la administración de su vasto sistema de salud. 

En su mensaje, Landless hizo un llamado a la compasión por los que se encuentran en relaciones homosexuales, a la vez que reafirmó la postura bíblica de la iglesia sobre el matrimonio, una institución entre un hombre y una mujer.

Minutos antes, expresó su desagrado por un comentario que había escuchado en uno de los pasillos del centro de convenciones: “Hasta escuché que se decía que en esta conferencia estamos hablando sobre ‘esa gente’”, dijo. “Estamos hablando sobre nuestros prójimos en el camino de la vida”.

Landless, quien el año pasado llegó a ser director del departamento de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista mundial, es oriundo de Sudáfrica. Es conocido internacionalmente como cardiólogo nuclear, y trabajó previamente en el Hospital de Johannesburgo, siendo parte del equipo de cardiología del fallecido Nelson Mandela. También es ministro ordenado, y cuenta con una experiencia pastoral significativa.

El doctor Landless comenzó sus palabras con una visión general detallada del proceso de creación y las variaciones genéticas que pueden producirse. Dio el ejemplo de un niño con un caso de intersexualidad congénita—una afección conocida como hiperplasia adrenal congénita—y la manera en que fue rechazado por su padre.

“Si los padres y los parientes suelen rechazar a los niños que nacen con esas afecciones tan raras, ¿qué decir de la iglesia?”, preguntó Landless a la audiencia. “¿Debería ser diferente?” 

Los hombres homosexuales, dijo, a menudo tienen diferencias anatómicas en el cerebro. Estudios post mórtem de homosexuales y heterosexuales han mostrado las diferencias, pero no está claro si las variaciones son causales o asociadas, dijo Landless, porque las poblaciones estudiadas han sido pequeñas. Las diferencias muestran que muchos homosexuales tienen núcleos supraquiasmáticos más grandes, que tienen que ver con los ritmos circadianos, así como una mayor comisura anterior, que comunica los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro.

Algunos investigadores, dijo Landless, están convencidos de que en la homosexualidad existe un componente genético, y algunos buscan el así llamado “gen gay”, pero no existe consenso respecto de las causas para la homosexualidad, ya sea en las publicaciones médicas o entre los psicólogos profesionales. “La situación, por cierto, no ha sido definida”.

Los homosexuales tienen indices ligeramente más elevados de enfermedades no transmisibles, lo que incluye la hipertensión y una mayor edad cardiovascular respecto de su edad real. Y las lesbianas, dijo Landless, tienen una probabilidad 3,2 mayor de morir de cáncer de seno que las mujeres heterosexuales. 

“Los homosexuales, bisexuales y transexuales tienen necesidades de salud muy significativas”, dijo Landless. “Como adventistas, tenemos el equipamiento y ocupamos un lugar ideal para llegar hasta ellos. Como iglesia, necesitamos mirarnos y preguntarnos: ‘¿Quién es mi prójimo?’”

Después de la sesión plenaria de Landless, varios delegados dijeron que apreciaron su revisión médica y sus llamados a defender tanto la compasión como la norma bíblica de la iglesia.

“Presentó un contraste entre el aspecto fisiológico de lo que es un estado saludable y el pleno alcance de lo que puede implicar el quebrantamiento”, dijo Audrey Andersson, secretaria ejecutiva de la División Transeuropea de la denominación, con sede en Inglaterra. “La gente puede escoger de qué manera responder al quebrantamiento que sufren otras personas”.

Onaolapo Ajibade, secretario ejecutivo de la División de África Centro-Occidental, con sede en Costa de Marfil, dijo que dado que no se conoce la causa de la homosexualidad, no existe una “cura”.

“Entre tanto, tenemos que adoptar un enfoque cristiano”, dijo Ajibade. “Dado que no conocemos la causa, tenemos que mostrar simpatía”.

Antes de venir a la cumbre, Ajibade dijo que se cuestionaba si valía el gasto y el esfuerzo. 

“En un principio pensé que esta cumbre no era necesaria, pero después de venir aquí y haber escuchado todas las presentaciones, estoy convencido más allá de toda duda de que valió la pena”, dijo. “La iglesia está dado un paso espiritual para equiparnos, de manera que podamos ayudar a nuestros hermanos y hermanas que se encuentran en este estado”.

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