Northern Asia-Pacific, Adventist History, Adventist Mission

A los 102 años, falleció Jensen, pionero adventista en Okinawa

Misionero construyó primera iglesia adventista y hospital en la isla asolada por la Segunda Guerra Mundial

Silver Spring, Maryland, United States | Andrew McChesney/Adventist Review

Ejler Jensen fue el primer misionero adventista en la isla japonesa de Okinawa, donde estableció una vibrante comunidad eclesiástica en la década de 1950, lo que incluyó una escuela y un hospital.

Jensen, que falleció a los 102 años el pasado 27 de agosto, se puso a construir una iglesia adventista lo suficientemente grande para albergar a doscientas personas en la isla de Okinawa, donde había 600 personas y ni siquiera un adventista, y que después de la Segunda Guerra Mundial quedó devastada. Los materiales de construcción consistían en deshechos de la guerra y suministros militares. La iglesia fue inaugurada en 1951.

Más tarde abrió una escuela en la parte meridional de la isla, y entonces una iglesia junto a la escuela. A medida que crecía la feligresía, Jensen comenzó a diseñar un hospital de quince camas que hoy día es considerado el principal hospital privado de la isla.

El día de apertura de la clínica, que estaba ubicada en una empinada ladera, se hicieron presentes 39 pacientes. “En menos de un año, el solitario doctor estaba viendo más de doscientos pacientes al día”, dijo su hija Linda. Las instalaciones, el Centro Médico Adventista Adobenchisuto, se trasladó hace unos años a una nueva ubicación con más de cien camas.

“Los miembros adventistas de Okinawa y de la Unión Asociación de Japón jamás olvidarán al pastor Jensen, quien construyó los fundamentos de la Misión de Okinawa”, dijo Masumi Shimada, presidente de la Unión Asociación de Japón de la Iglesia Adventista. “Apreciamos sus esfuerzos y amor por Okinawa, y recordamos su servicio por el Señor”.

Ejler E. Jensen nació en 1912 de inmigrantes daneses en Alberta (Canadá). La familia, que era luterana, se convirtió a la Iglesia Adventista gracias a un colportor adventista.

Cuando era joven, Jensen quedó fascinado con los relatos de la misión que se contaban en los encuentros campestres en el Colegio Canadiense (hoy Colegio Universitario Canadiense).

En 1918, la familia se trasladó a Modesto (California, Estados Unidos), para cultivar uvas, pero una combinación de sequías, roedores y una débil economía les afectaron profundamente. En la ruina financiera, regresaron a Canadá.

Los intentos de cultivar trigo tuvieron éxito, hasta la llegada de las terribles sequías y la Gran Depresión de 1929 y 1930. Los huracanados vientos destruyeron las cosechas y el suelo. La familia perdió todo, y tuvo que irse de allí, indigente y endeudada.

A los 20 años, Jensen se convirtió en colportor para juntar dinero para la universidad. Se le dio una vieja bicicleta con ruedas de madera, y un territorio de cientos de kilómetros. Más tarde describió esta época como la más solitaria de su vida, yendo de casa en casa en el campo, viendo rostros desconocidos todos los días y solicitando un lugar donde dormir.

Jensen asistió al Colegio Canadiense entre 1936 y 1939, y entonces pasó al Colegio Unión del Pacífico, en California, donde se graduó en 1942 con un doble título en Biblia e Historia. En esa institución, conoció a Iona Clark, y la pareja contrajo matrimonio en 1942.

Después de trabajar como pastor durante dos años en los estados de Nevada y Utah (Estados Unidos), en 1944 Jensen aceptó un llamado para trabajar como presidente de la Misión de Alaska, un territorio que más tarde pasaría a ser un estado de los Estados Unidos.

En ocasiones, le llevaba días llegar a las partes más remotas del territorio, y Jensen solía viajar en barcos pesqueros, botes salvavidas de los Guardacostas y pilotos rurales que llevaban suministros y el correo con aeronaves anfibias.

Una noche, mientras volaba con uno de esos pilotos, una tormenta los forzó a aterrizar en una pequeña y aislada ensenada. Se formó hielo en las alas de la aeronave, que comenzó a hundirse.

Jensen y el piloto saltaron y vadearon la distancia que los separaba de la playa. Desorientados, mojados y a punto de congelarse, Jensen comenzó a orar con fervor. Entonces, en medio de la tormenta de nieve, apareció un anciano esquimal, vestido de blanco, y les hizo señas de que lo siguieran. Los guio entonces en medio de la tormenta a una pequeña aldea, donde sus habitantes les dieron refugio hasta que la tormenta amainó.

Cuando Jensen le preguntó a los aldeanos por el nombre de quien los había rescatado a fin de agradecerle, estos replicaron que en la zona no vivía ninguna persona como la que describían.

“Papá estaba seguro de que su ángel guardián se le había aparecido para salvarlo”, dijo Linda.

Mientras estaba en Alaska, Jensen aceptó una invitación para trabajar como misionero en Indonesia. Después de 17 días de viaje por el Océano Pacífico a bordo de un carguero, recibió un telegrama diciéndole que fuera en cambio a Japón.

El matrimonio se apuntó en una escuela de idiomas y dedicó el siguiente año y medio para adquirir fluidez en el japonés. En 1949, los líderes adventistas decidieron comenzar la obra misionera en Okinawa, y los Jensen aceptaron trasladarse allí.

En 1960, después de una década en Okinawa, Jensen fue designado como director del Sanatorio y Hospital de Tokio (hoy día, el Hospital Adventista de Tokio), y pastor de una iglesia en esa misma propiedad. Seis años después, se trasladó a Malasia, donde trabajó como gerente financiero del Sanatorio Penang (hoy día, el Hospital Adventista de Penang), así como pastor de la iglesia de habla inglesa del lugar, que contaba con doscientos miembros.

Ya con las dos hijas en la universidad, en 1969, él y su esposa decidieron regresar a los Estados Unidos.

Trabajó entonces durante cuatro años como gerente asistente de crédito del Hospital de St. Helenta en Deer Park (California), y entonces fue pastor de una iglesia en Miranda, en ese mismo estado.

El matrimonio se jubiló en 1975 y se instaló en el Valle de Napa (California). Iona falleció en 2005.

Hoy día, Okinawa cuenta con 16 iglesias adventistas, que según el Anuario Adventista tienen casi 2100 miembros.

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