Hay cada vez más voluntarios adventistas de Latinoamérica

Directivos instan a los líderes de la iglesia para que usen misioneros a corto plazo

Silver Spring, Maryland, United States | Ansel Oliver/ANN

Latinoamérica está convirtiéndose en un proveedor creciente de voluntarios internacionales para la Iglesia Adventista mundial, una tendencia que enfatiza la manera en que este histórico campo misionero está brindando apoyo cada vez mayor a otras regiones de la denominación.

Los líderes de la iglesia dicen que el crecimiento continuado es resultado de la gestión y promoción deliberadas del programa de voluntarios de la iglesia, que envía a los estudiantes universitarios y graduados recientes como misioneros al extranjero por un período de dos a 24 meses. Los voluntarios trabajan en las instituciones educativas, las clínicas, los proyectos de diversos ministerios y las sedes administrativas de la denominación. El año pasado, Sudamérica envió 136 voluntarios, el doce por ciento del total de 1100 voluntarios que tiene la iglesia. Esa cifra muestra un crecimiento marcado desde 2000, cuando la división envió el dos por ciento del total de voluntarios de la denominación.

Asimismo, durante el último año, la División Interamericana ha incrementado su promoción del programa de voluntarios, que hace tiempo ha ingresado en una meseta dentro de un nivel insuficiente. Los líderes de la región esperan incrementar el número de misioneros de esa división hacia las otras, dado que es la división con mayor número de miembros, de entre las trece que componente la feligresía mundial.

Según afirmaron los líderes, en años recientes, el énfasis renovado del programa está brindando a los jóvenes de Latinoamérica la oportunidad de ofrecer sus talentos para el servicio, obtener una conciencia de otras culturas y ayudar a clarificar sus propios planes futuros. Ambas divisiones han llevado a cabo grandes movilizaciones en apoyo a la misión, y se han planificado otras más.

Los números crecientes de voluntarios están inclusive llevando a los líderes de la sede central de la iglesia a crear más puestos de voluntariado para satisfacer la creciente demanda en ese sentido.

"Entusiasma ver el crecimiento, pero necesitamos pensar si hay más lugares donde los voluntarios puedan llevar a cabo su servicio", dijo John Thomas, director de Servicios Voluntarios Adventistas, al hablar hace unos días ante una reunión de los secretarios ejecutivos de la denominación en la sede central de la iglesia.

Thomas dijo que hay un elevado número de vacantes, pero que la mayoría se encuentran en las áreas especializadas. Se necesitan más oportunidades de servicio general, les dijo la semana pasada a los líderes.

"Creo que se está abriendo la puerta para que los líderes de la iglesia se den cuenta de que pueden usar a los voluntarios de maneras que antes no pensaban", dijo Thomas.

El programa de estudiantes misioneros adventistas data de 1959, cuando los líderes del Colegio Misionero de Washington en los Estados Unidos enviaron a un estudiante a México durante tres meses. Llevó décadas que el programa creciera y se formalizara.

La División Norteamericana de la Iglesia Adventista aún es la principal proveedora de voluntarios de la iglesia mundial. El año pasado, Norteamérica envió a 563 del total de 1098 voluntarios (el 51 por ciento), según Servicios Voluntarios Adventistas. Con los años, ha habido contribuciones significativas de voluntarios de Europa, Australia, Sudáfrica, Australia y las Filipinas.

Thomas dijo que existe una "buena correlación" entre el número de voluntarios que envía una división con el número de personal de la división que se dedica exclusivamente al programa de voluntarios. Norteamérica tiene tres. Sudamérica tiene dos.

Thomas dice a los líderes regionales que si carecen de presupuesto para un coordinador de voluntarios, ese puesto mismo podría ser cubierto por un voluntario.

Aun así, todavía hay varios desafíos en relación con el crecimiento internacional del programa, lo que incluye la cultura intercultural y las diferencias de idioma. Thomas dijo que las divisiones necesitan ocuparse de la capacitación adecuada que se necesita para hacer que el voluntariado sea más efectivo. Thomas felicita a la División Norteamericana y la División de Asia Pacífico Sur por reunir el grupo anual de sus voluntarios durante varios días para capacitarlos antes de que cumplan con el período de servicio.

"Norteamérica ha tenido un gran éxito con voluntarios listos para el servicio, en lugar de tener gente que ande a los tumbos durante meses para adaptarse al nuevo ambiente", dijo Thomas. "Tanto las divisiones que envían como las que reciben necesitan ofrecer capacitación intercultural para sus voluntarios".

Asimismo, la vasta mayoría de los puestos requieren de angloparlantes. En los últimos años, Sudamérica ha añadido la enseñanza de inglés en muchas escuelas primarias, pero pasará cierto tiempo antes de que números significativos de voluntarios puedan cumplir su servicio en otras naciones donde no se hable ni portugués ni español.

Sudamérica, sin embargo, ha dado prioridad a la misión, y decenas de integrantes y matrimonios de habla inglesa están cumpliendo un servicio de éxito en todo el mundo.

El apoyo para el programa de voluntarios que existe en Sudamérica viene desde los principales líderes, y cada unión y asociación cuenta con un coordinador voluntarios designado para administrar y promover el programa.

Según el Informe Estadístico Anual 2014, la División Sudamericana tiene casi 2,3 millones de miembros.

"Hay un despertar significativo de los esfuerzos misioneros hacia los países tanto dentro como fuera de nuestra división", dijo Débora Siqueira, coordinadora de voluntarios de la División Sudamericana. "Tenemos un elevado número de miembros jóvenes, y una vez que conocen el programa de voluntarios, muchos de ellos sienten la motivación de ser estudiantes misioneros".

En Interamérica, los esfuerzos de promover a los voluntarios se incrementaron el año pasado, cuando en la asamblea de mitad de año, la secretaria ejecutiva asistente Janelle Scantlebury presentó ante los líderes del territorio las estadísticas sobre el programa de estudiantes misioneros. Recibió entonces la aprobación para crear e implementar un programa con el propósito de promover el programa de voluntarios.

"Hallé que los números [de voluntarios] no eran un buen reflejo de nuestra feligresía", dijo Scantlebury. "Estábamos recibiendo 27 voluntarios, y las cifras de los que enviábamos nosotros no diferían de eso".

Con casi 3,7 millones de miembros, Interamérica es la más grande de las trece denominaciones de la iglesia, y una de las que más rápido está creciendo. El territorio incluye a México, América Central, el Caribe y los cinco países más septentrionales de Sudamérica.

Scantlebury, que es oriundo de Trinidad, creó un plan para lanzar un programa misionero en cada una de las trece divisiones de las universidades. Hasta el momento se han creados seis de ellos. La división también ha llevado a cabo una importante movilización para las misiones en Colombia, y se están planificando dos más en las regiones de habla inglesa y francesa del territorio.

“Estamos preparados para la misión, y buscaremos la orientación divina para saber cómo seguir adelante", dijo Scantlebury. "Pronto verán un mayor número de nuestros voluntarios en cada rincón del mundo".

—Por información sobre cómo ser voluntario, visite el club misionero de su universidad, o visite adventistvolunteers.org.

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