Una improbable alianza de legisladores hace un llamado a poner fin a la persecución religiosa

Representantes de casi cincuenta países exploran maneras de crear conciencia sobre los desafíos a la libertad religiosa.

Bettina Krause

Un extraordinario grupo de legisladores de diversas partes del mundo se reunió en la ciudad de Nueva York la semana pasada para llamar a hacer mayores esfuerzos globales para poner fin a la persecución y represión religiosas. El “Panel Internacional de Parlamentarios para la Libertad Religiosa” produjo una improbable alianza de líderes políticos. Entre los más de cien legisladores de unos cincuenta países estuvo presente un ayatolá iraní, legisladores anglicanos del Reino Unido, un cristiano del Parlamento de Pakistán, políticos judíos de Israel, legisladores hindúes de la India, y legisladores budistas de Birmania.

Esta organización es nueva en el escenario internacional. Fue lanzada el año pasado en Oslo (Noruega), con tan solo treinta legisladores, que se comprometieron a establecer una red mundial informal en apoyo de la libertad religiosa. Desde entonces, la red se ha expandido rápidamente; las vacantes para el encuentro de este año se llenaron rápidamente, excediendo pronto el límite de cien lugares.

Los participantes en la conferencia analizaron los desafíos actuales a la libertad religiosa, escucharon a víctimas de persecución religiosa, y exploraron maneras por las cuales los legisladores pueden crear conciencia sobre el tema en sus propias legislaturas nacionales. La conferencia concluyó con la emisión por parte de los asistentes de cartas dirigidas a los gobiernos de tres países —Birmania, Irán y Vietnam—. Estas cartas destacan abusos específicos a la libertad religiosa, y hacen un llamado para que cada gobierno cumpla con las obligaciones que impone la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros instrumentos internacionales.

Dwayne Leslie, subsecretario general de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa, dice que esta red de líderes políticos es fundamentalmente diferente de muchas otras organizaciones religiosas. “En primer lugar, son individuos de mucha influencia en sus propias naciones; tiene acceso a otros legisladores y líderes de pensamiento, y poseen la capacidad de hacerse escuchar”, dice.

Según Leslie, el grupo también se destaca por su gran diversidad. Están representadas Europa y otras naciones occidentales, pero también Irán, Malasia, Sudán, Pakistán, Egipto, Senegal, Chile, Brasil, Turquía, Nigeria, Túnez y muchos otros países donde la libertad religiosa está comprometida.

“A pesar de las inmensas diferencias culturales y religiosas entre los participantes”, dice Leslie, “hubo un claro consenso alrededor de una idea: de que en nuestra lucha por proteger la libertad religiosa, no podemos lograr mucho si trabajamos solos. Necesitamos más bien un enfoque multinacional que nos permita realmente comenzar a hacer frente el marcado incremento de intolerancia y represión religiosas en el mundo”.

Leslie, que también es director de asuntos legislativos de la Iglesia Adventista mundial, dice que el grupo planea seguir expandiendo su red de legisladores, y ha hecho planes tentativos de reunirse el año que viene en Berlín (Alemania). La Asociación Internacional de Libertad Religiosa, con sede en el edificio de la Asociación General de la Iglesia Advetnista, fue una de las organizaciones que apoyó el evento.

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