Euro-Asia

Conferencia de Moscú destaca alza del extremismo religioso

Líder adventista de Libertad Religiosa se dirigió al diverso grupo de representantes públicos y religiosos que se dieron cita para analizar la situación internacional

ESD PARL/Bettina Krause

El evento, el Tercer Foro Internacional sobre la Religión y la Paz, fue organizado conjuntamente por el Consejo de Cooperación con Organizaciones Religiosas de Rusia, el departamento de Políticas Nacionales, Relaciones Interregionales y Turismo de Moscú. Contó con el apoyo del presidente ruso Vladimir Putin y de Kirill de Moscú, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, junto con otros líderes públicos y religiosos. El pastor Franklin Graham, hijo del conocido evangelista Billy Graham, asistió al foro, junto con Metropolitan Hilarion, director del departamento de Relaciones Externas de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y el jeque musulmán Allahshukur Pashazade, presidente de la Secretaría de Musulmanes del Cáucaso.

La Iglesia Adventista estuvo representada por el doctor Ganoune Diop, director del departamento de Asuntos Públicos y Libertad Religiosa (PARL) de la iglesia mundial, y por el pastor Oleg Goncharov, director del PARL en la región Euroasiática de la iglesia.

En su mensaje ante la asamblea, Diop se enfocó en el lugar fundamental que ocupa la libertad religiosa dentro del panteón de derechos humanos. Enfatizó que es un derecho dado por Dios, no sujeto a agendas políticas, e instó a todos los presentes para que trabajen juntos para preservar y extender esta “primera libertad”.

En el día anterior al foro, Diop y Goncharov visitaron el Duma o parlamento nacional, donde se reunieron con diversos funcionarios públicos responsables de las relaciones entre la Iglesia y el Estado en Rusia. También se reunieron con Alexander Kudryavtsev, quien está al frente de una de las organizaciones públicas más activas de Rusia en pro de la libertad religiosa, la Asociación Rusa para la Protección de las Libertades Religiosas (RARF).

En la parte final del foro, los participantes adoptaron una resolución en la que expresan su profunda preocupación por el aumento del extremismo religioso. También instaron a mayor acción de parte de la comunidad internacional para contener la destrucción continua de comunidades cristianas en Oriente Medio y África, y expresaron su solidaridad con todos los que sufren persecución por causa de su fe.

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