La guerra civil en Siria no ha cesado desde 2011. Desde entonces, miles de residentes han huido al Líbano en busca de refugio. En el presente, el Líbano posee la mayor densidad de población de refugiados extranjeros del mundo. Muchas familias de refugiados viven en Beirut y sus alrededores. La región no solo tiene una alta tasa de desempleo, sino también un elevado costo de vida.
Cuanto más dura la crisis, más sufre la gente. En 2014, el 49 por ciento de los sirios registrados en el Líbano se encontraba bajo la línea de pobreza. En 2015, esa cifra se disparó al 70 por ciento. No hay mejoras a la vista, sino todo lo contrario. El costo de vida sigue subiendo, como así también la tasa de desempleo. Las dificultades se sienten en especial durante el invierno, cuando llegan las lluvias, el frío y al nieve. Es un momento crucial en el que las familias necesitan fondos adicionales para comprar mantas, prendas de vestir abrigadas y combustible, pero a menudo no cuentan con los fondos disponibles para hacerlo.
En los últimos meses, desde enero a marzo, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de Suiza ha repartido cien dólares por mes a 216 familias sirias y 54 libanesas de Beirut, para ayudarlos a sobrevivir los meses de invierno.
ADRA Suiza también ha dado una tarjeta electrónica a una persona por familia que brinda información sobre cómo administrar el dinero. La persona que recibe la tarjeta también asume la responsabilidad por su uso. Las familias también reciben un folleto en la lengua local que explica cómo usar la tarjeta. En caso de necesitar asistencia adicional, los trabajadores de ADRA también visitan a las familias para explicarles las cosas con mayor detalle.