East-Central Africa

Seis mil personas recibirán atención médica gratuita en Ruanda

Tres clínicas gratuitas están en operación durante las reuniones de evangelización en todo el país.

Gusenyi, Rwanda | Andrew McChesney, news editor, Adventist Review

Se espera que unas seis mil personas reciban atención médica gratuita en tres clínicas que operan al margen de una gran campaña de evangelización en Ruanda.

Cientos de personas formaron una larga fila el domingo para recibir atención médica, odontológica y oftalmológica gratuita en la más grande de las tres clínicas, una iglesia adventista construida hace poco en la ciudad turística de Gisenyi. El lugar también es sede de reuniones de evangelización dirigidas por Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista.

Unas cuatrocientas personas recibieron atención gratuita en la iglesia el domingo, lo que llevó a un total de 750 personas desde que la construcción, que también funciona como centro comunitario, abrió sus puertas el jueves, dijo Fesaha Tsegaye, coordinador de las tres clínicas.

“Esta iglesia está abierta todos los días, satisfaciendo las necesidades de la comunidad”, dijo Tsegaye, director de ministerios de salud de la Iglesia Adventista en la División de África Centro Oriental, que incluye a Ruanda.

La clínica funciona de 9.00 a 16.00 todos los días hasta el martes, pero en los próximos días y meses se organizarán en la iglesia seminarios de salud y otros programas comunitarios, dijo.

Las dos clínicas gratuitas más pequeñas se encuentran en lugares de Kigali, la capital del país, y en otra ciudad. En total, 130 médicos y enfermeras están colaborando de voluntarios en las tres clínicas.

Largas filas para ser atendidos por dos dentistas

Dentro de la iglesia de Gisenyi, el equipo odontológico compuesto por el matrimonio de Valentin Omonte y Susana Tito trabajó con una fila aparentemente interminable de personas que buscaban ser tratados por caries y encías inflamadas. Un tercer dentista que colaboró el viernes no pudo ayudar el domingo por la mañana.

Por ello, con la ayuda de un higienista dental y unos pocos asistentes, los dos odontólogos examinaron a los pacientes en simples sillas de plástico. Los pacientes hicieron gárgaras y escupieron en grandes cubos de plástico en el piso.

“Es un momento maravilloso para nosotros, porque podemos servir a Dios de una manera especial”, dijo Tito, quien junto con su esposo son originarios de Bolivia y trabajan como odontólogos misioneros en Kigali. “Puede que no tengamos instalaciones especiales, pero las personas se sienten muy felices de que estamos aquí para al menos aliviarles el dolor y llevar a cabo algunas extracciones”.

Fuera de la sala, la enfermera Marthe Maniriho preparó a los pacientes para la revisación odontológica. Maniriho contó que un niño de 6 años con un fuerte dolor la había emocionado. El dentista le había sacado el diente afectado, y el niño había salido con una sonrisa.

“Fue algo muy especial para mí porque soy madre”, dijo Maniriho, que tiene una niñita de 3 años. “Por ello, le estoy diciendo a otras madres que necesitamos cuidar de nuestros niños y darles alimentos sanos, no solo dulces que les dañan los dientes”.

También en la iglesia ese domingo, un solo optometrista realizó exámenes de la vista a una larga fila de personas, ochenta personas donaron sangre, y quinientos miembros de iglesia, muchos de ellos con la camiseta y bufandas que dicen “Participación Total de los Miembros”, salieron a caminar seis kilómetros hasta la cercana frontera de Ruanda con la República Democrática del Congo.

“Esta es una ocasión para invitar a las personas a que asistan a nuestras campañas de evangelización, pero la principal razón de esta caminata es movilizar a todos para que hagan ejercicio físico, para que puedan tener buena salud”, dijo Mutuyimana Nkundakozera, coordinador de la caminata y secretario ejecutivo del Territorio Noroeste de Ruanda.

Aliento para los voluntarios

De regreso en la clínica gratuita, Fred Hardinge, director asociado del departamento de ministerios de salud de la Iglesia Adventista mundial, jugó con los niños aburridos haciendo girar y sacudiendo un bastón que tenía a mano, lo que los hizo salir corriendo entre risas y entonces regresar para repetir el procedimiento.

Hardinge también alentó a los voluntarios, diciendo a muchos de ellos: “Muchas gracias por lo que están haciendo”. Le entregó su tarjeta de presentación a la enfermera Maniriho, y le pidió que lo mantuviera informado sobre su actual búsqueda de trabajo. En una de las salas traseras, sus palabras de aliento produjeron una amplia sonrisa en el rostro de la asistente dental Thaciana Uwiragiye, quien se encontraba doblada sobre una palangana con agua jabonosa, esterilizando las herramientas odontológicas.

“Para mí está claro que está clínica es muy necesaria, de tan solo ver el número de personas que aguarda con paciencia para ver a un odontólogo o a un médico”, le dijo Hardinge a la Adventist Review.

Hardinge se encuentra en Ruanda para apoyar a Tsegaye, el director de ministerios de salud de la división, y para ayudarlo con presentaciones de salud antes de las presentaciones vespertinas de evangelización a cargo de Wilson.

Los líderes de la iglesia local están orando para bautizar cien mil personas como resultado de la campaña de evangelización de dos semanas, que comenzaron el viernes en más de 2200 sedes diferentes a lo largo y a lo ancho del país, y que se extenderán hasta el próximo 28 de mayo.

La Iglesia Adventista busca brindar salud física y también espiritual a las comunidades, y en el pasado ya ha ofrecido clínicas gratuitas en conjunción con sus campañas de evangelización. En mayo de 2015, más de 3400 pacientes recibieron atención gratuita durante una clínica que funcionó durante dos semanas y coincidió con una gran campaña de evangelización en Zimbabue. En esas reuniones se bautizaron unas treinta mil personas.

Hardinge, mientras tanto, dijo que la fila de gente que aguardaba para ser atendida en la clínica de Gisenyi se hizo tan larga el viernes que los voluntarios distribuyeron números en trozos de papel y le pidieron a la gente que regresara el domingo.

“Han regresado, y también han llegado muchos más”, dijo.

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