Después que comenzó la guerra en Sudán del Sur el 8 de julio, un grupo de 7530 personas irrumpió en el complejo de la Iglesia Adventista y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) de Sudán del Sur. El número de refugiados en el complejo superó las 10 mil personas.
Las luchas en Yuba irrumpieron en el palacio presidencial, conocido como J1, cuando el presidente Salva Kiir, el primer vicepresidente doctor Riek Machar y el vicepresidente James Wani Igga se reunieron para analizar la situación de seguridad y otras cuestiones relacionadas con la implementación del “Acuerdo Abarcador de Paz sobre la Resolución del Conflicto en Sudán del Sur” firmado en agosto de 2015. La lucha en el J1 se extendió a otras zonas en las afueras de Yuba.
La Iglesia Adventista logró abrir sus puertas para que el pueblo de Dios hallara refugio y protección. ADRA, el brazo humanitario de la Iglesia Adventista, respondió por medio de la Comisión Internacional de la Cruz Roja al distribuir alimentos de emergencia entre la población. Los alimentos distribuidos incluyeron sorgo, harina, aceite, azúcar y sal.
Gente de cerca y lejos llenó el complejo. Los refugiados ocuparon las galerías, las oficinas y las zonas de estacionamiento. Aun las casas de los directivos de la iglesia y los pastores fueron compartidas con los desplazados.
La guerra ha desplazado a más de 42 mil personas. En el presente, 33 mil de ellas, lo que incluye otros desplazados en 2013, están albergados en el complejo de las Naciones Unidas, mientras que otros se encuentran alojados en las iglesias de Yuba. La lucha en el J1 ha provocado la muerte de trescientos soldados y 33 civiles. Aún no se ha confirmado el número total de heridos.
La situación en Yuba se ha calmado en los últimos días, aunque la gente aún está evacuando a sus familias, sacándolas de la ciudad por tierra y aire.