La observancia del sábado tiene sus raíces en África, dice historiador adventista

Celebración negro de la historia en la Universidad Adventista resalta la historia del cristianismo en África

Berrien Springs, Michigan, United States | Elizabeth Tidwell/ANN Staff

Un estudio de la historia de las personas de color revela que el cristianismo del África puede haber reflejado más estrechamente una perspectiva adventista del sábado que lo que antes se pensaba, afirma un historiador adventista.


Bertram Melbourne, pastor adventista y decano interino de la Facultad de Teología de la Universidad Howard de Washington D.C., dijo que la tribu basoto del siglo XV en el sur del África adoraba un dios llamado Molimo O Diabla Di Maroba Rommolobi, o “Dios con cicatrices en sus manos, el Padre de la salvación”.


Algunos grupos observaban inclusive el sábado bíblico como día de descanso, dijo Melbourne el pasado 9 de febrero durante una conferencia en la Universidad Andrews, de la Iglesia Adventista, en Berrien Springs, Michigan, Estados Unidos. No fue hasta que los misioneros europeos llegaron a evangelizar el África que la práctica fue abandonada, añadió.


Melbourne se unió a otros diez investigadores en una conferencia en celebración del Mes de Historia de las Personas de Color, que se celebra cada febrero en los Estados Unidos. El grupo presentó resultados de más de 15 años de estudios sobre la observancia del sábado en África.


Los directivos de la universidad dijeron que esperaban que el evento afirme las raíces de la observancia del sábado y ayuden a disipar prejuicios respecto del continente, que los presentadores dijeron que a menudo es presentado como poco más que “un campo misionero” dentro de las tradiciones cristianas.


“A menudo, Dios es presentado como el Dios de los blancos”, dijo Wol Vol Wol, estudiante de teología que asistió a la conferencia, y añadió que muchas personas de su nativa Sudán “no saben que es el Dios de todos”.


“Dios no nos pertenece. Necesitamos colocar a Dios en manos de la gente y permitir que vean que es Dios de todos”, dijo Wol.


Varios presentadores dijeron que una apertura de mente tal ayudaría a que la iglesia esparciera su mensaje con mayor rapidez y eficacia. “La iglesia encara el evangelismo desde una perspectiva negativa, enfatizando las diferencias en lugar de las cosas que tenemos en común”, dijo Melbourne. Al hacer obra misionera, la iglesia debería en primer lugar “construir sobre las similitudes”, añadió.


“Nuestra idea de misión a veces puede tornarse un tanto etnocéntrica”, dijo Brian Ibáñez, estudiante de economía. “Sentimos que necesitamos ser la luz del mundo, pero nos olvidamos que puede que ya tengamos una luz”.


La iglesia debe librarse de la diferencia entre “nosotros” y “ellos”, dijo Harold Lee, presidente del Grupo de Estudio Sábado en África. En su lugar, los adventistas deberían ver a todas las personas, culturas y religiones como “un cuerpo que prepara almas para el Cielo”.


Charles Bradford, uno de los oradores y ex presidente de la Iglesia Adventista en Norteamérica, enfatizó la importancia de aprender del pasado y de utilizar un conocimiento tal para entender mejor el futuro. Bradford, autor del libro “Sabbath Roots: The African Connection” (Raíces del sábado: La conexión africana) y fundador del Grupo de Estudio Sábado en África, dijo también a los estudiantes que no pueden simplemente ser un espejo de la Iglesia Adventista, sino que es preciso que cumplan una función central en la misión de la iglesia.


Los representantes de la Universidad Andrews respondieron a las preocupaciones presentadas durante el evento respecto de la necesidad de llevar a cabo diálogos continuos con otras culturas y cosmovisiones, y decidieron considerar añadir asignaturas de Estudios sobre Personas de Color en los planes de estudio de la institución.

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