Líder de la iglesia mundial afirma el principio adventista de la no beligerancia

La curación y el ahorro son primera empresa de la iglesia, Paulsen escribe

Silver Spring, Maryland | ANN Staff

El pastor Jan Paulsen, presidente de la Iglesia Adventista mundial, ha reiterado la postura histórica de la iglesia en relación con la no beligerancia en un artículo publicado en el número de marzo de Adventist World, la publicación internacional de la iglesia.


En el artículo “Una postura clara respecto del servicio militar”, el líder mundial de la iglesia explica que decidir portar armas “pone en serio peligro los fundamentos espirituales y morales de una persona”.


Al referirse a una resolución tomada por el quinto Congreso de la Asociación General en 1867, Paulsen dice: “En términos generales, este ha sido nuestro principio guiador: Cuando uno porta armas da a entender que está dispuesto a usarlas para quitar la vida de otra persona, y quitar la vida a uno de los hijos de Dios, aun la de nuestro “enemigo”, es inconsecuente con lo que creemos es sagrado y correcto”.


El artículo de tres páginas comienza relatando la propia experiencia de la niñez del pastor Paulsen durante la Segunda Guerra Mundial, y entonces pasa a afirmar que como Dios tiene en estima cada vida humana, los cristianos jamás deberían participar en quitar la vida de otra persona. “Todo ser humano, no importa cuáles sean sus elecciones, es de infinito valor ante Dios? . El Dios que servimos es nuestra sanador y Salvador. Esas son también las dos tareas primordiales de la iglesia”, escribe.


Paulsen también deja en claro que si bien hay cada vez más miembros que aceptan puestos de combate (solo en los Estados Unidos hay 7.500 adventistas que participan como combatientes), la postura de la iglesia no ha cambiado.


Escribe Paulsen: “He sentido, a veces, una cierta ambivalencia hacia nuestra posición histórica; acaso sea el sentimiento de que “así era antes, pero ahora es diferente”. Aun así, no logro entender la razón de este cambio”.


Sin embargo, ¿qué hacer en los países donde el servicio militar es obligatorio? Paulsen dice: “Puede que para seguir siendo fiel a las convicciones propias y al Señor la única solución posible sea aceptar los resultados de disentir, que pueden significar inclusive la prisión”.


Paulsen concluye pidiéndoles a los miembros de la iglesia mundial que no dejen de lado a los que han tomado la decisión de servir en posiciones de combate. Por el contrario, pide que los acepten. Admite que no es un tema fácil y anima a los miembros de iglesia a que analicen esta problemática en “en nuestros hogares, iglesias y colegios, y hagámoslo con corazones abiertos y espíritu de humildad”.

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