La Iglesia Adventista de Nigeria está sufriendo una disminución de la asistencia de sus miembros y algunos templos inclusive han sido clausurados por el empeoramiento del conflicto religioso en el país.
Una escalada de ataques contra las iglesias cristianas por parte del grupo extremista Boko Haram que comenzó a fines del año pasado ha producido violencia continua entre grupos musulmanes y cristianos en el noreste de Nigeria.
En adición a esto, el gobierno nacional eliminó hace poco los subsidios a la energía, lo que duplicó el precio de la gasolina e incitó el comienzo de paros y demostraciones. Los informes indican que los nigerianos viven con temor por los continuos disturbios.
Entretanto, la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie hizo un llamado a los líderes religiosos de su país para que se pronuncien contra la violencia, informó la semana pasada el periódico The Guardian.
“Los líderes cristianos tienen que continuar predicando la paz y la unión para que los cristianos no busquen la venganza”, dijo Adichie al periódico. “Los líderes musulmanes tienen que condenar decidida y repetidamente la violencia contra los cristianos y dejar en claro que Boko Haram no representa el islamismo nigeriano”, agregó.
La Iglesia Adventista del país ha dedicado los últimos días al ayuno y la oración por la situación. La administración eclesiástica del país está pidiendo a los feligreses que trabajen en grupos pequeños y eviten las grandes concentraciones. Las campañas de evangelización al aire libre han sido momentáneamente suspendidas debido al toque de queda y a la frágil situación de la seguridad, dijeron los funcionarios de la iglesia.
Según un informe de Brindas Stephen Haruna, presidente de la Asociación del Noreste de Nigeria, la Iglesia Adventista del país no ha sufrido daños a la propiedad o pérdida de vidas. Sin embargo, las propiedades de algunos miembros fueron saqueadas o quemadas.
“La situación en el norte de Nigeria muestra de qué manera la falta de libertad religiosa puede afectar la vida de las iglesias, y por qué tenemos que promover y defender decididamente esta esencial libertad antes de que sea demasiado tarde”, dijo John Graz, director de Relaciones Públicas y Libertad Religiosa en la sede central de la denominación.
La asistencia a las iglesias en el noreste de Nigeria ha disminuido drásticamente, y en algunos lados las iglesias han sido cerradas. En otras iglesias, los pastores han dejado sus congregaciones por temor de ser asesinados.
La situación ha producido una ola de evangelismo en grupos pequeños, dijeron los líderes. En este contexto, los directivos de la iglesia en el país solicitan las oraciones y el apoyo de la familia de la iglesia mundial.