Inter-America, Adventist Mission

La conexión con la comunidad, el énfasis de la primera Cumbre de Ministerios Urbanos de Interamérica

La iglesia, parte integral de la sociedad y “no solo un destino”, dice experto en misión adventista

Miami, Florida, United States | Libna Stevens/ANN staff

Los líderes adventistas se comprometieron durante la primera Cumbre de Ministerios Urbanos de Interamérica a conectarse mejor con los más de 36 millones de personas que viven en tres de las grandes ciudades de la región: Ciudad de México (México); Bogotá (Colombia); y Caracas (Venezuela).

Expertos de la Secretaría de Misión Adventista de la iglesia mundial y autoridades internacionales de evangelismo urbano se dieron cita en Miami la semana pasada para capacitar a más de cien líderes de la División Interamericana para mejorar las prácticas de ministerios metropolitanos.

“Nuestra intención para esta cumbre es equipar a los líderes con el conocimiento y las habilidades necesarias para brindar un énfasis particular en las ciudades”, dijo Samuel Telemaque, coordinador de Misión Adventista de la iglesia en la región.

A lo largo de su historia, la Iglesia Adventista ha enfocado su energía y recursos en el evangelismo urbano. Pero el desafío del ministerio urbano sigue presente y tiene que ser enfrentado en forma inmediata, dijo Israel Leito, presidente de la División Interamericana.

El año pasado, Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial fue el primero en hacer un llamado a los líderes de la iglesia para que otorguen prioridad a la obra misionera en los centros urbanos, donde actualmente vive la mitad de la población mundial.

Según Leito, la división ya ha destinado fondos especiales para el ministerio urbano en la región, y expresó que se espera que la financiación continúe a medida que la iglesia se esfuerce por alcanzar a la sociedad secular y posmoderna con el mensaje adventista de esperanza.

En esta iglesia, que tiene más de 150 años de existencia, “nuestros métodos no siempre han funcionado en las grandes ciudades”, dijo Gary Krause, director mundial de Misión Adventista. Krause indicó que las iglesias e instituciones adventistas ubicadas en las regiones urbanas deberían servir como centros de influencia en la comunidad.

“En lugar de esperar que vengan a nosotros, tenemos que ir a ellos así como lo hizo Jesús”, dijo Krause. “La iglesia no es solo un destino; la función de la iglesia es equipar, preparar y capacitar a sus miembros para que estén en la comunidad”.

El evangelismo no es un deporte de espectadores, explicó Krause. “Jesús se mezclaba con la gente y les mostraba simpatía. Atendía sus necesidades, ganaba la confianza de las personas y los llamaba para que lo siguieran”, dijo, citando el ejemplo de evangelización de Cristo como la única manera efectiva de atraer a la gente a la iglesia.

Por medio de la participación en maratones, cumbres de salud y series de evangelismo urbano los adventistas se han conectado en los últimos años con los residentes de Bogotá, dijeron los líderes de la iglesia en la región.

En Caracas (Venezuela), un grupo misionero adventista lleva a cabo presentaciones culturales en plazas de la ciudad. Otros equipos trabajan por la comunidad mediante la obra de salud, un movimiento de establecimiento de iglesias y aun un restaurante vegetariano.

Aprender la cultura de la región también puede ayudar a que los evangelistas lleguen a las comunidades urbanas, dijo Samuel Wang, director asociado del Centro de Religiones y Tradiciones del Este Asiático. Wang habló a un grupo de pastores de Venezuela sobre cómo alcanzar a más de un millón de chinos que viven en el país. Les aconsejó a los pastores que se informen sobre la cultura china. Saber que los chinos valoran la familia y un estilo de vida saludable puede ayudar a los pastores a orientar su ministerio, dijo.

Aun así, en la región persisten los desafíos. Tomás Torres, presidente de la iglesia en la región central de México, dijo que cada día recuerda lo difícil que es alcanzar a la sociedad secular y posmoderna cuando se dirige a trabajar en Ciudad de México.

Con más de veinte millones de personas y una proporción de un adventista por cada 575 habitantes, la tarea es inmensa, expresó. Aun así, Torres dijo que la iglesia de Ciudad de México se ha esforzado por fortalecer el liderazgo y el número de miembros al capacitarlos antes de que salgan a practicar la obra misionera.

Kleber Goncalves, director del Centro de Estudios Seculares y Posmodernos de la Iglesia Adventista, con sede en Brasil, concuerda con este énfasis en la capacitación.

“Trabajar con los posmodernos no es algo que pueda hacer cualquier persona o pastor”, dijo. “Los pastores tienen que estar bien preparados en esta área porque implica un context diferente, y es algo que no sucede de la noche a la mañana”.

La capacitación es justamente lo que entusiasma a Josney Rodríguez, presidente de la iglesia en el este de Venezuela. El pastor Rodríguez ya ha hecho los arreglos con Goncalves para capacitar este año a un grupo especial de pastores que se dedicarán a los ministerios urbanos en Caracas.

Hasta el momento, se han apuntado más de diez mil miembros activos de la iglesia para ejercer un impacto en las comunidades de Caracas, y se brindará capacitación adicional, dijo Rodríguez.

En último término, el objetivo es conectarse con la comunidad, dijo Rick McEdward, director de Misión Global de la Iglesia Adventista mundial. “Necesitamos ser creativos al proclamar el evangelio. Tenemos que buscar llegar más allá de nuestras zonas cómodas”, expresó.

Krause instó a los asistentes a la cumbre a que desafíen a sus líderes locales para comprometerse a identificar cuáles son las necesidades de la comunidad. Entonces, los líderes locales deberían unir fuerzas con los ministerios de la iglesia para garantizar que en cada comunidad urbana se creen centros de influencia.

“Las iglesias que se involucran en la comunidad son las que crecen y permanecen en contacto con el mundo”, dijo Krause.

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