Después de debatir, Concilio Anual vota declaración sobre gobierno de la iglesia

Medida responde a las 'acciones de la Unión recientes sobre la ordenación ministerial'

Silver Spring, Maryland, United States | Mark A. Kellner/Adventist Review, and Edwin Manuel Garcia/ANN

Después de tres horas de estudio y discusión respetuosa, los líderes de la Iglesia Adventista mundial votaron este 16 de octubre aprobar una “Declaración sobre forma de gobierno de la iglesia, procedimientos y resolución de desacuerdos en virtud de los acuerdos recientes de algunas uniones en relación con la ordenación al ministerio”, en el marco del Concilio Anual que reúne a líderes de la iglesia mundial en Silver Spring (Maryland, Estados Unidos).
El resultado de la votación fue de 264 votos a favor y 25 en contra.

La medida se produce luego de que tres uniones —la Unión del Norte de Alemania (División Euroafricana), y la Unión de Columbia y la Unión del Pacífico (División Norteamericana) votaran este año por separado permitir la ordenación “sin distinción de sexo”, algo que la Iglesia Adventista como cuerpo ha rechazado en dos ocasiones en votaciones durante los Congresos de la Asociación General del movimiento, que se llevan a cabo cada cinco años.

La declaración votada expresa la desaprobación de los votos independientes de las uniones, hace un llamado para que todas las unidades de la iglesia “consideren con detenimiento el impacto y las implicaciones de las decisiones” hechas en forma independiente de la comunidad mundial, y afirma la función de las mujeres en la vida y el ministerio de la iglesia. El documento también señala los estudios continuados sobre la teología de la ordenación, cuyos resultados, se espera, estarán listos para 2014, meses antes del 60° Congreso de la Asociación General al año siguiente. En el documento no se aplica ni indica ninguna sanción.

“Esta declaración tiene que ver con la estructura y los procedimientos de la iglesia. No se ocupa de la cuestión de la ordenación ministerial en sí”, dice la declaración. “La cuestión central tiene que ver con la forma de gobierno de la iglesia, con la manera en que la iglesia define su organización, gobierno y operaciones”.

“Las decisiones de seguir un curso de acción es desarmonía con las decisiones de los Congresos de la Asociación General 1990 y 1995 (respecto de la ordenación al ministerio) representan no solo una expresión de desacuerdo sino también una demostración de autodeterminación en una cuestión ya decidida por la iglesia en forma colectiva”, expresa la declaración. “La Junta Directiva de la Asociación General considera que estas medidas representan un grave error”.

El texto sigue diciendo: La iglesia mundial no puede legitimar prácticas que contradicen claramente la intención de los votos del Congreso de la Asociación General […]. En consecuencia, la iglesia mundial no reconoce los acuerdos de autorizar o implementar la ordenación al ministerio sin distinción de sexo”.

La declaración también deja en claro la posición de la Iglesia Adventista sobre las mujeres: “La Junta Directiva de la Asociación General afirma de manera específica las importantes funciones de las mujeres en la vida de la iglesia. Sus dones y dedicación son una bendición para toda la iglesia, y una parte de necesaria de su misión”.

La votación fue secreta y en papeletas al final de la discusión, que se inició con los comentarios del pastor Ted N. C. Wilson, presidente de la iglesia mundial. Wilson expresó la esperanza de que las unidades de la iglesia mundial sigan “concentradas en la misión de la iglesia, unidas en Cristo, por más que enfrentemos algunas diferencias y desacuerdos”.

A Wilson lo siguió el destacado evangelista y ex vicepresidente de la Asociación General Mark Finley, quien se refirió a la manera en que la Iglesia Primitiva tomaba decisiones y trabajaba en unidad. Se refirió específicamente a tres incidentes registrados en el libro de los Hechos.

“La esencia de la unidad no es acciones uniformes; es el respeto mutuo de manera de estar dispuestos a escuchar con atención, responder con cuidado y decidir juntos”, dijo Finley. “Se resolvieron dificultades que parecían insalvables cuando los líderes de la Iglesia Primitiva se reunieron, oraron y sometieron sus opiniones personales a la decisión corporativa”.

Lowell Cooper, vicepresidente general de la Iglesia Adventista mundial, lee la declaración antes de la votación.

Lowell Cooper, vicepresidente general de la Iglesia Adventista mundial, lee la declaración antes de la votación.

Durante el extenso período de comentarios, el pastor Daniel Jackson, presidente de la División Norteamericana, buscó asegurarles a los dirigentes de la iglesia mundial que la división apoya la misión de la iglesia, más allá de la cuestión analizada.

“Queremos que quede muy claro que más allá de toda duda, la División Norteamericana expresa su unión con la iglesia mundial”, dijo Jackson. “No somos tan solo un apéndice de la iglesia mundial; somos hermanos y hermanas de cada uno de los aquí presentes”.

Dedrick Blue, pastor de la Unión Asociación del Atlántico de la División Norteamericana, dijo a los demás delegados que “el proceso tiene que ver con el mecanismo, pero el efecto es tan importante como el proceso. Lo que aquí estamos enfrentando es el efecto de nuestra decisión como unidad corporativa mundial”. Y agregó: “No permitan que la participación en el proceso descuide la justicia y la misericordia”.

Aunque votó a favor de la declaración, el pastor Max Torkelson II, presidente de la Unión Asociación del Pacífico Norte, dijo que espera que los adventistas más jóvenes no malinterpreten la medida. Torkelson habló con un reportero después de la sesión.

“Me preocupa que, en particular, los miembros más jóvenes de la iglesia tengan menos paciencia” para esperar que la iglesia mundial actúe”, expresó. “Y les estamos pidiendo, les hemos estado pidiendo por años que sean pacientes, y ahora les pedimos una vez más que sean pacientes. Admiro que lo sigan siendo, pero me pregunto cuánto tiempo más podemos presumir que seguirán siendo pacientes. Me temo que podemos decepcionarlos”.

Después de la votación y antes de las oraciones por parte de líderes de universidades adventistas en tres continentes, Wilson dijo que apreció el enfoque cuidadoso de los delegados hacia el tema.

“Les agradezco por vuestra confianza en el poder del Espíritu Santo de traer unidad a la iglesia de Dios”, expresó Wilson. “No estamos al final del camino; aún tenemos una senda que recorrer, pero por la gracia de Dios, hagámoslo juntos”.

arrow-bracket-rightComentarioscontact