Capacitación ayuda a que los delegados examinen principios de liderazgo

Representaciones creativas, un punto destacado de la conferencia LEAD

Silver Spring, Maryland, United States | Edwin Manuel Garcia/ANN

Un pastor de personalidad animada subió a la plataforma del Concilio Anual 2012 y contó lo que parecía ser una historia increíble: Recordó como había caído de rodillas para orar junto a dos jóvenes que habían muerto y, después de decir “amén”, los muertos habían resucitado.

“No sé qué piensan ustedes, amigos míos, pero eso es lo que llamo un milagro. Y me recuerda, me recuerda, mis hermanos y hermanas, que en realidad no sabemos en qué momento daremos el último suspiro”, expresó el pastor, que se especializa en recaudación de fondos para alcanzar el corazón de los adoradores (y sus billeteras).

Si la anécdota de la resurrección parecía muy buena para ser verdad, hay una buena razón de que así lo sea. Esta historia ficticia fue en realidad de una representación producida por los directivos de la Iglesia Adventista en un programa de capacitación denominado “Educación y desarrollo del liderazgo”, o LEAD, por sus siglas en inglés.

El propósito de la Conferencia LEAD, llevada a cabo el 11 y el 12 de octubre en los primeros dos días del Concilio Anual, fue enseñar importantes principios de liderazgo a los 350 miembros de la Junta Directiva.

El tema de este año era el cumplimiento de los reglamentos, o la importancia de que los empleados de la denominación respeten los reglamentos vigentes. “Si cumplimos las reglas”, dijo el secretario de la Iglesia Adventista mundial G. T. Ng, “habrá paz en la familia”.

En la presentación que contó con la actuación de un engañoso pastor llamado Ima Climber (algo así como “Eltre Pador”, en la piel de Clifford Goldstein, quien en la vida real es el editor de la Guía de Estudio de la Biblia para Adultos), los directivos de iglesia trataron de mostrar qué hacer ante un caso semejante.

La representación reveló cómo un pastor distrital del ficticio “Territorio Antártico” llamó al supervisor del pastor engañoso, al secretario ejecutivo, para presentar una queja al respecto.

El secretario ejecutivo explicó que tenía que reunirse con el pastor en cuestión, entonces con otros directivos del campo, como parte del procedimiento de rutina para analizar el caso.

El secretario ejecutivo se reunió entonces con el pastor para confirmar los detalles del reclamo. Después de eso, el secretario envió un informe al presidente de campo, quien a su vez citó al pastor y lo despidió. Hubo solo un problema: El pastor fue despedido sin el conocimiento y la autorización de la junta directiva lo que, según los reglamentos, no corresponde, dado que solo la junta puede disciplinar a un directivo elegido.

Después de la representación, los delegados se dividieron en grupos de discusión para analizar los principios de gobierno y liderazgo dentro de la Iglesia Adventista. Estudios de casos permitieron que los miembros nuevos de la Junta Directiva aprendan de los administradores con mayor experiencia, dijo Ng.

“La expectativa es ayudar a capacitar a los líderes en los principios del liderazgo, y cada año esperamos tener un nuevo tema”, concluyó.

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