North America, Adventist World Radio

Se recuerda a Konrad, exitoso gerente radial en Washington D.C.

Born to a fourth-generation pastor, he took ministry to the airwaves

Takoma Park, Maryland, United States | Ansel Oliver/ANN

John Konrad, gerente de una estación de radio cristiana, ministró y animó a las personas para que vinieran a la iglesia en un campo misionero urbano: Washington D.C.

Como gerente general de la FM WGTS 91.9, hizo que los oyentes pasaran de diez mil cuando asumió en 1996 a seiscientos mil, e inició una congregación en la comunidad para los oyentes de la radio. También contrató a un capellán de tiempo completo para ese ministerio.

Konrad, quien falleció el 2 de enero a los 43 años de neumonía bilateral, también colaboró como consultor de otros profesionales adventistas de radio en todo el mundo, ayudando a varios de ellos a reproducir el modelo de brindar una congregación y apoyo ministerial a los oyentes.

“Konrad no quería que la estación creciera solo por crecer, sino que deseaba que la gente aprendiera sobre Jesús”, dijo Ty McFarland, gerente de programación de la emisora.

En los primeros seis meses de llegar a ser gerente general, Konrad lideró un cambio formal de música clásica a música cristiana contemporánea. También se dispuso a duplicar el área de cobertura de la emisora gracias a inversiones en equipos y al contratar solo talentos de primera línea que estuvieran a la altura del mercado masivo.

La emisora es ahora una de las diez principales estaciones de radio en Washington D.C. y por número de oyentes es una de las primeras tres emisoras cristianas no comerciales de los Estados Unidos.

La emisora fue fundada en 1957 y es propiedad de la Universidad Adventista de Washington, ubicada en Takoma Park (Maryland).

Konrad había nacido en Hinsdale (Illinois) en una familia de cuarta generación de pastores, y se interesó en la radio durante sus años de escuela secundaria en la Academia Takoma, a pocos metros de la emisora WGTS. El gerente de la estación terminó contratando a Konrad, y decidió comenzar a pagarle por su trabajo, dado que de todas formas siempre estaba colaborando con la emisora.

Como gerente general, Konrad descubrió gracias a encuestas entre los oyentes que alrededor del cuarenta por ciento de los oyentes no asistía a la iglesia. “Quería ofrecerles algo que los hiciera sentir cómodos”, dijo Terry Johnson, el capellán de tiempo completa de la estación.

En 2008, la emisora llevó a cabo su primer evento de evangelismo “Noche de Esperanza” en la sala de conferencias de un hotel. El evento anual reunió el año pasado a setecientas personas, y por lo general un veinte por ciento de ellos sigue asistiendo a la Iglesia Gateway Fellowship, dijo Johnson.

Konrad también colaboró como consultor para otras emisoras adventistas de radio en Europa, África y Australia. Ayudó a que una emisora de Liberia reprodujera el modelo de ministerio, que ahora cubre toda Monrovia, la capital del país, y anima a los oyentes a asistir a la iglesia.

“Será recordado no solo por su genio para la obra radio sino también por su pasión por el ministerio más allá del modelo tradicional de ministerio", dijo Rob Vandeman, que ha sido presidente de la junta de la emisora desde 2011. “Alcanzó a la gente que no estaba conectada con la iglesia”.

Konrad también fue un destacado defensor de la estación cuando algunos la vieron como una fuente de dinero en efectivo para la institución educativa de la cual depende. Antes de convertirse en la Universidad Adventista de Washington en 2007, los directivos que supervisaban el Colegio Unión de Columbia, que no estaba pasando por un buen momento, consideraron seriamente ofertas para vender la estación, tanto en 1997 como en 2007.

Konrad también participó en el rescate de perros en la comunidad, ayudando a encontrar hogares adoptivos para unos cien pastores alemanes. Por lo general, un canino lo acompañaba como mascota al trabajo.

A Konrad lo sobreviven sus padres, su esposa Dawn, una hija adoptada adulta llamada Marina, y una hermana.

En la ceremonia en memoria de su vida, que se llevó a cabo el sábado pasado, muchos oradores dieron tributo a su jefe, al que no le gustaba ser el centro de atención, sino que daba generosamente de su tiempo para ayudar y ofrecer consuelo.

Kevin Hippolyte, quien se describió a sí mismo como un estudiante voluntario problemático, dijo que en cierta ocasión, Konrad lo llevó en automóvil a una cita para que le practicaran una cirugía en la rodilla. En el hospital, Hippolyte descubrió avergonzado que alguien tenía que quedarse con él en el hospital todo el día y cuidarlo varios días más después de la intervención.

“Está bien, yo ya lo sabía”, recuerda que le dijo Konrad en el hospital.

“De los estudiantes que colaboraban en la emisora, yo era el más rebelde. Con su amor me impulsó a obedecer”.

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