Silver Spring, Maryland, United States | Elizabeth Lechleitner/ANN

Andrew Kuntaraf, un defensor del uso de la tecnología para hacer más efectivo el ministerio, falleció el pasado 6 de abril a los 33 años como consecuencia de las heridas que sufrió en un accidente de motocicleta cerca de Charles Town (Virginia Occidental, Estados Unidos).

Kuntaraf era director de la secretaría de Programación Informática de Miembros en la sede central de la Iglesia Adventista, donde supervisaba el desarrollo de un programa estandarizado para contar a los miembros que podría ser usado por la iglesia en todo el mundo. Este programa, que se encuentra en la fase inicial de implementación, busca racionalizar la forma en que la iglesia mantiene su base de datos sobre la feligresía.

Kuntaraf dijo a ANN el año pasado que esperaba que este programa se ocupara de las discrepancias al contar los 17 millones de miembros que se estima tiene la denominación, lo que le daría más exactitud y transparencia al proceso.

Kuntaraf comenzó a preocuparse seriamente por los registros de los miembros cuando un colega señaló que la iglesia estaba “llevando un mejor control de su dinero que de sus miembros”. En ese entonces, Kuntaraf cumplía funciones como director asociado de la secretaría de Programación Informática Contable en la sede central de la iglesia. Allí, había trabajado para ayudar a que la iglesia implementara un estándar global de programas contables. Poco después, fue contratado como parte de la Secretaría de la Iglesia Adventista mundial para estandarizar la nómina de los miembros en todo el mundo.

“Andrew tenía un profundo interés en la misión y veía su trabajo como un servicio a Dios”, dijo John Beckett, director de la Secretaría de Programación Informática e Internet para la Iglesia Adventista mundial. Los dos directores de tecnología de la iglesia trabajaban en forma estrecha en diversos proyectos.

“Su capacidad de hacer amigos complementaba sus excelentes capacidades en el área de tecnología de la información de una manera que lo hacía un gran líder y colega”, dijo Beckett.

Sus colegas que trabajan en la Secretaría de la Iglesia Adventista mundial se hicieron eco del sentimiento de Beckett, y añadieron que Kuntaraf trajo consigo una influencia espiritual a una labor que podría haber sido vista como puramente técnica.

“El fallecimiento de Andrew es una gran pérdida no solo para su familia sino para la familia mundial de la Iglesia Adventista”, dijo G. T. Ng, secretario de la Iglesia Adventista mundial. “Andrews no solo tenía la capacidad técnica, sino también la espiritual. A él lo impulsaba la misión de la iglesia”.

Andrew Oey Kuntaraf nació en Loma Linda (California, Estados Unidos) el 10 de septiembre de 1979, mientras sus padres cursaban estudios superiores en los Estados Unidos. En 1987, la familia se trasladó a Singapur, donde sus padres trabajaron para la iglesia en la División de Asia Pacífico Sur, que por entonces se llamaba la División del Lejano Oriente. Unos años después, Andrew regresó a los Estados Unidos para completar la escuela secundaria y la universidad.

En 2001, obtuvo un título de grado en Servicios Informáticos en la Universidad Adventista Southern, en Collegedale (Tennessee), y en 2008 recibió una Maestría en Administración Empresarial.

Además de su interés en la tecnología, Kuntaraf era también un hábil música, y a menudo ornamentaba los himnos en el piano durante los momentos de alabanza en la iglesia adventista Capital Chinese, en Silver Spring (Maryland), donde son miembros sus padres.

“Solía decirle en broma: ‘¡Andrew, tú agregas tantas notas que no puedo cantar el himno!’”, dijo Norma Hendrixson, una amiga de la familia que lo conocía desde chico y que a menudo participaba con él de la conducción de los momentos de alabanza. Hubo un tiempo en el que Kuntaraf consideró dedicarse a la música, dijo Hendrixson.

Kuntaraf era también un ávido motociclista. El día del accidente, había pedido prestada la motocicleta de un amigo para dar una vuelta por el pueblo, relataron los miembros de su familia.

“Nos sentimos profundamente tristes por la pérdida de Andrew. La Iglesia Adventista va a extrañar muchísimo sus contribuciones en un momento cuando más y más de la misión de la iglesia depende de Internet y la tecnología”, dijo Williams Costa Jr., director de comunicaciones de la Iglesia Adventista mundial.

“Andrew fue una de las piedras angulares de la tecnología para la iglesia mundial”, agregó Costa, quien había trabajado en estrecha colaboración con Kuntaraf para prepararse para la próxima conferencia de la Red Mundial Adventista de Internet (GAiN), que se llevará a cabo en mayo próximo en Dubai.

Peter Landless, uno de los directores asociados de Ministerios de Salud de la Iglesia Adventista mundial y colega de Kathleen Kuntaraf, madre de Andrew, dijo que el joven era “como un hijo para mi esposa Ros y yo, dada la deferencia que siempre mostró hacia nosotros”.

“Siempre me sentía impresionado por su sonrisa, su energía y sus talentos. Fue una total bendición haberlo conocido. Andrew era el epítome del fervor que los jóvenes pueden incorporar a la iglesia”, dijo Landless.

A Kuntaraf lo sobreviven su esposa Alysia; sus padres, Jonathan y Kathleen, que trabajan ambos en la sede central de la Iglesia Adventista en Silver Spring (Maryland); y su hermana Andrea.

Se ha planificado el funeral para el domingo 14 de abril, en la iglesia adventista Southern Asia de Silver Spring (Maryland).

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