South America

En Brasil, celebración de la libertad religiosa destaca la coexistencia pacífica

En el festival estuvieron representados los protestantes, católicos, musulmanes y líderes de veinte denominaciones religiosas

São Paulo, Brazil | Felipe Lemos/ASN and ANN staff

Los principales líderes regionales de veinte denominaciones religiosas se comprometieron con seguir abogando por la libertad religiosa en Brasil durante un festival patrocinado por la Asociación Internacional de Libertad Religiosa, que ha cumplido ciento veinte años.

Una celebración de la libertad de conciencia, que destacó la mayormente pacífica coexistencia de los grupos religiosos en Brasil, atrajo el pasado sábado 25 de mayo a casi treinta mil asistentes al II Festival Mundial de Libertad Religiosa, que se dieron cita en el Valle de Anhangabaú, una zona abierta en el centro de San Pablo.

Edson Rosa, secretario ejecutivo de la IRLA en Sudamérica, se dirigió a la multitud para expresar la necesidad continuada de promover la libertad religiosa. “Si nos quedamos callados y no hablamos de ello, damos lugar a gente con prejuicios que podría estorbar la libertad plena de la expresión de conciencia”, dijo. “Por lo tanto, tenemos que pronunciarnos más seguido sobre esto”.

El festival motivó a que la Municipalidad de San Pablo declarara el 25 de mayo como el “Día de la Libertad Religiosa”, y la celebración del fin de semana fue informada por la agencia de noticias O Globo.

Cada año, la IRLA lleva a cabo varios festivales regionales como una oportunidad de agradecer a los países y sus gobiernos por permitir la libertad religiosa. El primer festival mundial de la IRLA fue llevado a cabo en Perú en 2009.

En los días que precedieron a este encuentro, la IRLA también patrocinó simposios con líderes religiosos y representantes del gobierno local.

El 22 de mayo, un grupo se reunió para un Simposio Internacional de Ley y Libertad Religiosa en el Colegio de Abogados de Brasil. Su presidente Marcos Costa se dirigió al grupo diciendo: “Seguiremos apoyando esta comisión porque creemos que es una cuestión de respeto y amor por los demás”, dijo.

Partidarios de la libertad religiosa en un simposio anterior al festival. Desde la izquierda Edson Rosa, presidente de la IRLA en Sudamérica; Todd McFarland, asesor legal de la IRLA; y Claudio Costa, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Brasil.

Partidarios de la libertad religiosa en un simposio anterior al festival. Desde la izquierda Edson Rosa, presidente de la IRLA en Sudamérica; Todd McFarland, asesor legal de la IRLA; y Claudio Costa, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Brasil.

En una entrevista separada, Dámaris Kuo, que dirige la Comisión de Libertad Religiosa del Colegio de Abogados, dijo que aun en la mayormente pacífica coexistencia de los grupos religiosos en Brasil, todavía hay situaciones diarias en las que se hace necesaria la intervención legal para prevenir una violación de los derechos.

Brian Grim, director del Foro de Religión y la Vida Pública del Centro de Investigaciones Pew, ofreció una visión general de la libertad de conciencia. Grim afirmó que el cuarenta por ciento de los países del mundo tiene importantes restricciones sobre los derechos de libertad religiosa. Asimismo, una tercera parte de los países tienen reglas que fuerzan a sus habitantes a profesar algún tipo de religión, y prohíben el ateísmo. En el 31 por ciento de los países, dijo Grim, la intolerancia religiosa a menudo puede resultar en arrestos.

El 23 de mayo, una sala de la Asamblea Legislativa del Estado de San Pablo fue sede del Foro Internacional de Libertad Religiosa. El encuentro incluyó a activistas de la libertad de conciencia, abogados y representantes de diversas religiones, incluida la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia Católica, las Asambleas de Dios, los Bautistas y la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Hoy día, alrededor del 65 por ciento de la población brasileña dice ser católica, el 22 por ciento protestante, y el 15 por ciento dice no tener religión alguna, según el Instituto de Geografía y Estadísticas de Brasil. La población evangélica ha crecido en los últimos años en esta nación mayormente cristiana.

Glauber Alencar, líder del Consejo de Ministros del Estado de San Pablo, dijo que la tolerancia religiosa es importante y sigue siendo una piedra angular de ese organismo.

El sábado, en la ceremonia del festival principal, estuvieron representantes del gobierno como Gilberto Carvalho, quien es jefe de ministros de la secretaría de la presidenta Dilma Rousseff. Otro fue Paulo Frange, concejal de San Pablo, autor de la legislación que declaró el 25 de mayo como Día de la Libertad Religiosa en la ciudad. Otro legislador presente fue el diputado del estado Campos Machado, quien en el pasado propuso legislación que enfatiza la libertad religiosa.

Representantes de la IRLA se reúnen con Odilo Scherer (centro), arzobispo de la Iglesia Católica en San Pablo.

Representantes de la IRLA se reúnen con Odilo Scherer (centro), arzobispo de la Iglesia Católica en San Pablo.

Representantes de diversos grupos religiosos también se dirigieron a la multitud.

Odilo Scherer, arzobispo de la Iglesia Católica en San Pablo, celebró las acciones que promueven la libertad religiosa, y afirmó que Brasil es un lugar pacífico porque no hay leyes que prohíban optar por una religión y no existe la persecución. A pesar de ello, Scherer dijo que se necesita crear conciencia para no excluir la participación de las personas religiosas en la sociedad. “De lo contrario, eso será un problema y un obstáculo para la libertad religiosa, en especial cuando los ciudadanos que profesan alguna religión tienen menos oportunidades y sufren discriminación”, dijo.

Sheikh Jihad Hammadeh, presidente de la Unión Nacional de Entidades Islámicas, dijo que el evento fue necesario como “una manera de reafirmar el compromiso hacia una sociedad pluralista de respeto mutuo”. También dijo que estaba feliz por la legislación brasileña que garantiza en derecho fundamental de creencias, pero que aún hay un trabajo que hacer para educar a la gente, de manera que toleren las creencias diferentes a las suyas. En Brasil hay unos 35 mil musulmanes.

Claudio Costa, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dijo que el país es un modelo de coexistencia pacífica de las diferentes religiones. “Brasil puede mostrar a otros países que es bueno, saludable y correcto”, dijo.

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, expresó: “La libertad religiosa es un don de Dios que deberíamos atesorar”.

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