En primera Cumbre de Retención, los líderes analizan la realidad del éxodo de la iglesia

Uno de cada tres miembros dejó la iglesia en los últimos cincuenta años; el apoyo personal es clave para ayudar a los miembros

Silver Spring, Maryland, United States | Ansel Oliver/ANN

La primera cumbre global dedicada a la retención de los miembros de la Iglesia Adventista está revelando la tasa y las razones por las cuales estos abandonan la denominación. Es la primera vez que se ha puesto énfasis en el tema en forma tan destacada, lo que ha llevado a los líderes de la iglesia a renovar su énfasis en crear discípulos de Cristo fructíferos y en crecimiento.

Según los organizadores del evento, la Iglesia Adventista mundial, que ahora tiene casi 18 millones de miembros, ha perdido al menos uno de cada tres adventistas en los últimos cincuenta años. Asimismo, en este siglo, el índice de personas perdidas versus los nuevos conversos es de 43 por cada 100.

“Estas cifras son demasiado altas”, dijo David Trim, director de la Secretaría de Archivos, Estadísticas e Investigaciones. “Hay aquí un punto teológico, y es que la misión de Dios es la de buscar a los perdidos”.

Durante tres días, cien asistentes de todos los continentes se reunieron en la sede central de la denominación para la Cumbre sobre Discipulado y Retención, para examinar datos que ofrecen un panorama más claro de las tendencias más allá de las presuposiciones de larga data sobre las evidencias anecdóticas.

El experimentado investigador adventista Monte Sahlin dijo que las razones por las que la gente suele dejar la iglesia a menudo tiene menos que ver con lo que hace la iglesia y sus doctrinas y más con los problemas que experimenta la gente en su vida personal: conflictos maritales o desempleo, por ejemplo. Lo que hace la iglesia contribuye al problema, dijo, cuando no ayuda a la gente a atravesar sus momentos difíciles.

“La idea de que la gente deje la iglesia por lo que hace la iglesia o por cuestiones doctrinales no es evidente en los datos”, dijo Sahlin. “Se ha mostrado que existe la misma probabilidad de desacuerdo con una de las 28 doctrinas fundamentales entre un miembro de la junta de iglesia y alguien que ya no pertenece a la denominación”.

Varias presentaciones mostraron que la Iglesia Adventista ha aprendido cómo conducir mejor trabajo misionero más realista después de aprender del pasado. Cuando la Unión Soviética colapsó en 1991, muchos grupos adventistas patrocinaron extravagantes eventos de evangelización, que incluyeron coros masivos e inmensas presentaciones en pantallas múltiples. Pero aunque las organizaciones patrocinadoras estaban ansiosas por tener una oportunidad única, muchos conversos recién bautizados se unieron a la iglesia pensando que era su oportunidad de hacerse ricos. La iglesia de la región carecía de una estrategia a largo plazo y de infraestructura denominacional, y la mayoría de esos nuevos conversos dejaron de asistir a la iglesia.

Una presentación reveló que en Sudáfrica, el índice de nuevos miembros es más lento, pero la feligresía ha crecido de manera significativa debido a los niveles de retención. Ese hecho motivó a Harald Wollan, secretario ejecutivo asociado de la Iglesia Adventista mundial, a sugerir al grupo que los esfuerzos futuros de evangelismo deberían enfocarse en discipular a los miembros.

“¿Qué pasaría si la iglesia usara algunos fondos de evangelismo para cuidar a los miembros? Podríamos ver un aumento similar de miembros”, dijo Wollan.

“Tendremos que hacer eso”, respondió Armando Miranda, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista mundial, que presidió la sesión de la tarde.

Un delegado, Jimmy V. Adil, de las Filipinas preguntó por qué las asociaciones sienten la presión de incrementar los miembros, a menudo de parte de las uniones de las que dependen, quien dijo que sienten la presión de las divisiones. Preguntó si la sede central de la iglesia estaba ejerciendo presión para que la iglesia crezca.

G. T. Ng, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista mundial, replicó: “No hay presión para el crecimiento. ¿Presionamos acaso a un árbol de papaya para que produzca? Si lo hacemos, podemos afectar el crecimiento”.

Trim, el director de investigaciones, dijo que el problema es común en algunas regiones. El martes, reveló que en cierta división, el treinta por ciento de los secretarios de iglesia había recibido presiones de inflar los números bautismales. “Es pecado mentir sobre cualquier cosa relacionada con la Iglesia Adventista, pero por alguna razón, muchos piensan que está bien mentir sobre los números de miembros”.

El increment de las auditorías de miembros por parte de las divisiones están combatiendo la incidencia de la inflación de miembros en algunas regiones. Trim dijo que varias regiones han hecho de la auditoría una prioridad, lo que incluye las regiones Sudamericana, Sudeste Asiático, y África Occidental.

“Los registros precisos de miembros: esa es la contribución de un secretario a [el énfasis actual de la iglesia en] el Reavivamiento y la Reforma”, dijo Onalapo Ajibade, secretario de la División de África Centro Occidental, con sede en Abiyán (Costa de Marfil). “Necesitamos ser precisos. Dios no puede bendencir una mentira”.

Una de las asistentes más jóvenes, Cheryl Simpson, expresó que la cumbre la animaba porque le mostraba que los líderes de la iglesia querían alentar a los adultos jóvenes como ella.

Simpson, que estudia psicología en la Universidad Andrews, de Berrien Springs (Míchigan, Estados Unidos), dijo que se sentía feliz de que los líderes de la iglesia estuvieran dispuestos a mirar la realidad.

“Para mí, es esencial, porque me muestra que los teólogos no tienen temor de enfrentar los hechos”, dijo Simpson.

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