En memoria de Hoshino, quien representó repetidamente a la cofundadora de la Iglesia Adventista

Vestida de época, representó a Elena White en los campestres y aniversarios de la iglesia

Silver Spring, Maryland, United States | Ansel Oliver/ANN

Adventistas de diversas partes del mundo se han sacado fotos con Rita Hoshino quien, vestida de época, representó representó a Elena G. White, la cofundadora de la denominación que falleció en 1915.

En sus últimos años, la exempleada de instituciones educativas fue presentadora (como se denomina en la industria) de White, quien escribió prolíficamente y quien es considerada por la Iglesia Adventista una profetisa del siglo XIX.

Hoshino, que falleció el 10 de febrero a los 58 años de complicaciones de afecciones renales y neumonía, vio que su naciente ministerio despegó después de su participación en la sala de exhibiciones del Congreso de la Asociación General 2010 en Atlanta. Ministerios de Herencia Adventista (AHM) patrocinó su presentación allí y en otros eventos en el país, entre ellos en campestres, encuentros de jóvenes y aniversarios de instituciones de la denominación.

Al igual que muchas presentadoras, investigó sobre el personaje y contó historias en primera persona. “Sus historias estaban tan bien relatadas”, dijo Thomas Neslund, presidente de AHM. “No podía, pero me habría gustado contratarla tiempo completo. Aprecié su dedicación a la causa”.

Con poco aviso, podía viajar para contar historias de cómo White escribió su libro principal, El conflicto de los siglos, en el reverso de avisos de venta de sombreros para ahorrar papel, o la ocasión en que White compró un caballo viejo llamado Charlie. Hoshino finalmente adquirió un traje de reserva cuando el que tenía no regresó a tiempo de la tintorería.

Según su sitio web, el objetivo de Hoshino era llevar a la gente “no a Elena White, pero al Jesús que ella tanto adoraba”.

“Se tomaba muy en serio la representación de Elena White”, dijo Michelle Mesnard, su amiga por mucho tiempo, quien fue directora de Relaciones Públicas en el Colegio Superior Unión del Pacífico (PUC). “No represent una versión idealizada o caricaturizada de Elena White. Quería que la gente viera su lado humano”.

Rita Sue Hoshino nació en 1955 y fue adoptada por una familia de Tennessee. Su madre de sangre era de raza blanca y su padre era chino hawaiano, lo que le dio características faciales similares a la del ícono adventistas que habría de representar más tarde.

La familia se trasladó al estado de California, en el oeste de los Estados Unidos, donde se graduó del Colegio Mountain View y del Colegio Superior Unión del Pacífico.

En esta última institución, estudió arte, y era muy conocida por su humor. Como presidente de la clase del último año, dirigió la procesión de graduación al salir del gimnasio con patines, una medida controvertida allá por 1979.

Trabajó entonces para la institución, llegando a ser directora asistente de asuntos estudiantes, cargo que ocupó durante 23 años antes de aceptar un puesto en el Colegio Mountain View. También fue promotora y agente de contacto para músicos cristianos.

Los amigos dijeron que poseía una memoria casi fotográfica, por lo que le decían “Rita Archivo”, debido a su capacidad de recordar gente y detalles mínimos sobre sus familias. Como presentadora, podía citar a Elena White mientras improvisaba, respondiendo en ocasiones la acotación inesperada que le hacía otro de los presentadores.

“En especial a los jóvenes les encantaba ver su humor e ingenio, porque si uno lee a Jaime y Elena, se ve que tenían sentido del humor”, dijo Dennis Farley, un pastor que representa el carácter de Jaime, el esposo de Elena.

En 2010, el dúo realizó una representación en Nueva York, en la dedicación de la Granja Hiram Edson, después de presentarse unas horas antes en una iglesia adventista de Rochester. Entonces, cada uno fue en automóviles separados hasta la granja, y Hoshino no se quitó el disfraz de época durante el viaje.

“Cómo me habría gustado haber tenido una cámara”, recordó Farley del viaje de más de 50 kilómetros. “Cada vez que miraba por el espejo retrovisor, allí veía que Elena White venía detrás de mí”.

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