Northern Asia-Pacific

En Hong Kong, se inaugural hospital del milagro

Los nacimientos de China dan pie a una expansión de 219 millones de dólares

Andrew McChesney, news editor, Adventist Review

Enclavado en una colina de Hong Kong se encuentra un nuevo hospital de 25 pisos que, afirman los líderes de la Iglesia Adventista, no es menos que un milagro.

El edificio de 219 millones de dólares expandirá de manera significativa los servicios adventistas de salud en una megaciudad secular donde la iglesia ha encontrado la manera más efectiva de compartir el amor de Cristo mediante la  obra de salud de sus dos hospitales.

“Dios trajo las personas correctas a los cargos correctos en el momento correcto para garantizar el éxito del proyecto”, dijo Robert Folkenberg Jr., presidente de la junta de los dos hospitales y de la Unión Misión China de la Iglesia Adventista.

El nuevo edificio es una expansión de Tsuen Wan, el Hospital Adventista de Hong Kong, que se encuentra en un edificio de cinco pisos cercano desde que el destacado médico adventista Harry Miller lo fundó en 1964.

El hospital, que tuvo comienzos difíciles, ha florecido en la última década, en especial durante un período de siete años cuando el gobierno de Hong Kong permitió que las madres de China tuvieran sus bebés en Hong Kong. “Esta puerta abierta permitió que nuestros hospitales, cuyas secciones de maternidad se llenaron inmediatamente, ministraran a miles de familias chinas y recibieran al mismo tiempo los ingresos necesarios que brindan fondos considerables para financiar esa masiva expansión”, dijo Folkenberg.

Los ingresos de otros servicios y donaciones de los pacientes también pagaron una gran porción de los 1700 millones de dólares de Hong Kong que costó el edificio, mientras que un cuarto de los costos fueron cubiertos por un préstamo bancario.

El Hospital Adventista de Hong Kong es el único hospital privado que presta servicios en un distrito de un millón y medio de habitantes, y la expansión le permitirá pasar de unos 350 a unos 1000 pacientes ambulatorios por día. El número de camas pasará de 120 a 470, y el veinte por ciento de ellas será reservado para pacientes de bajos recursos derivados por los hospitales públicos.

Un modelo de la salud privada 

Ko Wing-man, principal funcionario de salud de Hong Kong, celebró la expansión como una manera de brindar una atención de mayor calidad en una ciudad que necesita más hospitales privados. “Hong Kong está enfrentando un desafío sin precedentes respecto de su sistema de salud”, dijo ante cuatrocientos invitados reunidos en una zona de jardines y grama en el sexto piso, durante una ceremonia de apertura a mediados de noviembre. “Estamos enfrentando el rápido envejecimiento de la población […] y un incremento de las expectativas de la gente respecto de la calidad de los servicios médicos”.

El hospital busca hacer mucho más que tratar a los enfermos. Se dará un gran énfasis a la medicina preventiva, ayudando a que las personas vivan de manera saludable mediante una dieta mejorada, el descanso y el ejercicio.

Los oradores de la ceremonia de apertura enfatizaron las estadísticas de salud pública que muestran que la mayoría de las enfermedades son no transmisibles y están vinculadas a un estilo de vida inapropiado.

“Tenemos que hacer más, y este es un paso en esa dirección”, dijo Ella Simmons, vicepresidenta general de la Iglesia Adventista mundial.

Un recorrido por el hospital

El personal del hospital se mostró claramente entusiasmado por la expansión, y guiaron a los invitados por un recorrido de los pisos decorados festivamente con cintas y globos rosados, que es el color oficial de las instalaciones.

Los amplios pasillos y salas de pacientes se asemejan más a un hotel que a un hospital típico. Una recorrida por la unidad de pediatría mostró habitaciones privadas, semiprivadas y comunes equipadas con televisores de pantalla plana, juguetes y alegres diseños en las paredes. Junto a las camas había bandejas con frutas, yogur y carne de soya.

El hospital solo sirve comidas vegetarianas, que son preparadas por cocineros profesionales, dijeron los directivos.

La sala de niños en el área de pediatría cuenta con sillas de tamaño infantil, una biblioteca con libros para niños y un televisor. La jefa de enfermeras dijo que un capellán leerá historias de la Biblia a los niños que visiten la sala.

Las visitas de los capellanes son en realidad una marca registrada del hospital. Cada paciente recibe la visita de un capellán durante su estadía, dijeron los directivos de la institución.

La construcción del edificio de 56.412 metros cuadrados se inició en 2011, y espera ser completada en 2016. Además de las diversas alas, el edificio cuenta con diez salas de cirugía, cuatro salas de endoscopía, y el jardín del sexto piso, donde se llevó a cabo la ceremonia.

Folkenberg dijo que el nuevo hospital brillará como un faro del amor sanador de Cristo en una metrópolis conocida por tener más edificios de más de 35 metros y rascacielos de más de 150 metros que cualquier otra ciudad del mundo. El nuevo hospital tiene una altura de 110 metros.

"En el medio de la ciudad con mayor número de rascacielos del mundo, en el centro de una megaciudad urbana, secular y materialista, continuamos brindando el excelente ministerio sanador centrado en Cristo a una población no cristiana", dijo Folkenberg. "Como lo expresa nuestro lema, existimos para "extender el ministerio sanador de Cristo".

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