Una feroz tormenta invernal seguida de lluvias torrenciales produjo daños por más de dos millones al Colegio Adventista Milo, una escuela secundaria rural con internado en el estado de Oregón (Estados Unidos).
La institución, que es administrada por la Iglesia Adventista, fue forzada a cerrar antes de tiempo para las vacaciones navideñas, y ahora está luchando para retirar los árboles caídos, reparar los techos con goteras y limpiar las residencias estudiantiles dañadas con el millón y medio de dólares que recibirá del seguro.
A pesar de ello, necesita otros quinientos mil dólares para cubrir los daños, la mayoría de los cuales fueron causados por la nieve combinada con las fuertes lluvias, dijo el lunes su rector Randy Thornton.
“En los últimos días hemos sufrido una increíble cantidad de lluvias”, dijo Thornton. “La única lluvia que quiero ver en las próximas semanas es la lluvia tardía”.
En el colegio, nadie salió herido.
La tormenta azotó el sur de Oregón justo antes de la semana de exámenes finales a mediados de diciembre, y unos 25 mil hogares y empresas de la zona quedaron sin luz eléctrica. El colegio estuvo sin electricidad durante cinco días.
Un generador de emergencia mantuvo el comedor estudiantil en funcionamiento y los dormitorios tibios, pero el resto del campus quedó sin luz ni calefacción. La planta local de agua, sin embargo, solo tenía una reserva para dos días, y no pudo procesar más hasta que se recuperó la energía eléctrica.
Por eso, Thornton anunció que las vacaciones comenzarían antes, el 14 de diciembre, lo que dejó muy contentos a los 92 estudiantes del colegio.
El personal llamó a los padres e hizo los arreglos para que los alumnos internacionales fueran alojados en hogares fuera del campus hasta el momento de sus vuelos. Aunque algunos estudiantes empacaron rápidamente, otros salieron a disfrutar de la nieve.
Las tormentas han producido serios daños a otras instituciones adventistas en el pasado. El invierno pasado, una tormenta de hielo durante dos días produjo daños por más de 300 mil dólares al Campamento Hope, en Columbia Británica (Canadá).
En Milo, el peso de la nieve sobre los techos y el hielo en las canaletas produjo la anegación de siete edificios.
Una vez que el campus quedó vacío, los miembros del personal empacaron las pertenencias de los estudiantes en las habitaciones afectadas, colocándoles un rótulo y llevando las cajas a un lugar seguro mientras duren las reparaciones.
Thornton dijo que el seguro cubrirá un millón y medio de dólares, lo que incluye los costos de limpieza y la reconstrucción de las zonas dañadas por el agua.
El edificio de música, el templo, el edificio de administración, el gimnasio y el comedor estudiantil necesitan nuevas canaletas para evitar más goteras, dijo. No se pueden completar las reparaciones internas hasta que se instalen las canaletas nuevas.
“Las estimaciones preliminares de los gastos que no cubre el seguro superan los 500 mil dólares”, dijo Thornton, y añadió que donantes de la Asociación de Oregón de la Iglesia Adventista han ya han comprometido casi 100 mil dólares de ese monto.
El colegio espera abrir el 4 de enero según lo planeado. Los techos de las residencias estudiantiles no pueden ser sellados hasta que termine la estación de las lluvias, de manera que serán cubiertos con lonas, y algunos estudiantes tendrán que mudarse habitaciones que no fueron afectadas por la tormenta.