Un incendio forestal ha arrasado las montañas de Madeira (Portugal) desde el 8 de agosto y ahora ha llegado a la ciudad más grande de la región. El fuego ha provocado la muerte de tres personas, destruido casas, y forzado la evacuación de hospitales y hoteles. Asimismo, algunos de los destacados edificios históricos de la región aún están envueltos en las llamas.
Según informes locales, el fuego se dividió en dos frentes, uno hacia la ciudad de Luso y el otro hacia el pueblo de Vila Nova de Monsarros, en la región norte.
En Vila Nova de Monsarros, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en Funchal (Madeira), con el apoyo de los Conquistadores y de la iglesia adventista local, ha ayudado al consejo local con ayuda humanitaria para la población afectada al distribuir frutas, agua y alimentos. También están juntando donaciones, coordinando a los voluntarios y están encargados de un depósito para la recolección y distribución de los artículos.
En Vila Nova de Monsarros, el fuego también ha destruido un hogar y una tienda de dos miembros de la Iglesia Adventista. El fuego también está amenazando propiedades adicionales de los miembros de la iglesia.
“Alabamos a Dios por la protección de la vida que brindó a todos los miembros de iglesia en la isla de Madeira”, dijo John Duarte, director de comunicaciones de la Iglesia Adventista en Portugal. “Aun así, oremos al Señor para que proteja a la población de nuestro país”.
“Es una terrible experiencia para toda la población afectada. Oramos por los que han perdido sus pertenencias, y por los que están sufriendo por causa de este incendio arrasador”, dijo Corrado Cozzi, director de comunicaciones de la Iglesia Adventista en la región Intereuropea.