Ahmet estaba visitando a su padre enfermo, que vivía en una populosa ciudad de Oriente Medio donde los adventistas no puede testificar legalmente en público o distribuir impresos de puerta en puerta.
Aunque jamás había oído hablar de los adventistas o visitado esa iglesia, Ahmet sintió la extraña impresión de salir a buscar una iglesia adventista.
“La impresión me venía una y otra vez”, dijo Ahmet, un exmusulmán que se convirtió al cristianismo hace cuatro años.
Siguiendo esa impresión, salió sin tener información alguna sobre cómo buscar la iglesia en una inmensa ciudad de diez millones de habitantes, con solo treinta feligreses adventistas conocidos.
Finalmente, encontró la iglesia, se dirigió a la entrada y llamó a la puerta interior, pero nadie respondió su llamado.
“No había nadie, con excepción de unos libros de Elena White”, dijo Ahmet.
Los miembros de la iglesia local habían colocado un estante con libros dentro de la entrada de la iglesia, un lugar que no se consideraba espacio público. Al notar los impresos gratuitos, Ahmet sintió la convicción de tomar “La victoria del amor”, de Elena White.
Al regresar al hogar de su padre, Ahmet siguió pensando en el libro que había tomado en la entrada de la iglesia, y se preguntó por qué el Espíritu del Señor lo había llevado hasta esa iglesia adventista. No había tenido contacto previo con ningún adventista, y no sabía nada de sus creencias.
Cuando Ahmet terminó de leer “La victoria del amor” tres días después, sintió que las palabras de Elena White eran emocionantes, y que armonizaban bien con la Biblia.
Ahmet halló un sello con información de contacto en la última página del libro, y decidió contactarse con los líderes de la Iglesia Adventista en el país. Pronto recibió “Patriarcas y profetas”, y comenzó a leer con intenso entusiasmo.
“Me dijo a mí mismo: ‘Voy a leer todos sus libros durante toda mi vida’”, recordó Ahmet con contagioso entusiasmo. “Y voy a mejorar mi vida gracias a sus libros”.
Ahmet leyó muchos otros libros de Elena White —“El conflicto de los siglos”, “Los hechos de los apóstoles”, “El discurso maestro de Jesucristo”— antes de descubrir el que más le gusta: “‘El Deseado de todas las gentes’ es hasta ahora mi favorito”, dijo Ahmet.
Después de leer los libros, decidió ser adventista, y ahora Ahmet quiere que todos conozcan los maravillosos libros de Elena White.
“Como adventista, se lo digo a todos: Elena White fue profetisa de Dios”, dijo con firme convicción.
Entusiasmado como está en contarle a otros de los escritos inspirados de Elena White, para Ahmet lo más importante es que quiere compartir con más claridad que nunca lo que sus libros le enseñaron: El amor de Dios.
Ahora planea llegar a las personas de su país que jamás han escuchado el evangelio, y hablar con los líderes adventistas sobre maneras de lograr ese objetivo.
La historia de Ahmet animó a los líderes de la iglesia en la región para continuar en sus esfuerzos de compartir los escritos de Elena White.
“Necesitamos hacer todo lo posible para compartir el tesoro que tenemos, para que muchos puedan leerlo personalmente y acercarse a Jesús”, expresó Rick McEdward, presidente de la Unión de Oriente Medio y Norte de África.