A los 16 años, Sharon debería estar en la escuela. Por el contrario, está junto a una cama de hospital donde descansa su madre, que aguarda ser intervenida quirúrgicamente en el pie derecho por complicaciones que resultan de la diabetes.
“Tuve que dejar la escuela para cuidar a mi madre”, dice Sharon. “Ahora me he perdido tantas clases que no estoy segura que pueda volver”.
Las Islas del Pacífico a menudo son imaginadas como destinos turísticos idílicos, pero en la región hay una historia mucho más triste. Personas como la madre de Sharon están perdiendo la vida y las extremidades ante una epidemia cada vez más veloz de enfermedades de estilo de vida como la diabetes.
Las estadísticas hablan de una historia muy seria en una región donde la prevalencia de diabetes está entre las altas del mundo:1
· Uno de cuatro habitantes de las islas del Pacífico sufre diabetes (alrededor de 1,4 millones de personas.2
· Con el aumento de la diabetes se produce un incremento de las afecciones coronarias, fallas renales, hipertensión, accidentes cerebrovasculares y cáncer. Las enfermedades de estilo de vida contribuyen al 80 por ciento de las afecciones actuales en el Pacífico Sur.
· El 17 por ciento de los que sufren de diabetes en el Pacífico sufrirán la amputación de dedos de los pies o extremidades, y el 47 por ciento experimentará una pérdida de la visión.3, 4
· En Fiyi, solo el 16 por ciento de la población tiene más de 55 años debido a la muerte prematura mayormente por la diabetes y otras enfermedades no transmisibles1, y el 75 por ciento de todas las muertes en el Pacífico pueden atribuirse a la diabetes y otras afecciones de estilo de vida.
La diabetes Tipo 2 está llegando a proporciones pandémicas en el Pacífico. La promoción de alimentos saludables tradicionales ha caído significativamente, porque las personas ingieren alimentos baratos, altamente procesados y no nutritivos, que abundan en azúcar, sal y grasas saturadas, como es el caso de los fideos instantáneos, el arroz blanco, la carne curada o encurtida, costillas de cordero, salchichas y bebidas gaseosas. A esto se le suma la falta de actividad física, que causa que los índices de obesidad se hayan disparado al 50 por ciento en la población de Melanesia y más del 90 por ciento en la mayoría de los países polinesios.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día no solo tiene el mensaje de salud correcto para este tiempo sino también la comprensión, las herramientas y la voluntad de hacer frente a la crisis. Gracias a una red de iglesias, hospitales, clínicas, instituciones educativas y profesionales de salud en la región, la Iglesia Adventista puede derrotar a la diabetes y ayudar a que personas como Sharon y su madre disfruten de vidas largas, plenas y satisfactorias, así como Dios lo planificó.
La Campaña “10 mil dedos”, una sociedad entre Salud Adventista y la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, busca:
1. Equipar a las iglesias locales del Pacífico Sur con las herramientas y habilidades necesidades para llevar a cabo evaluaciones de salud para sus miembros y la comunidad, a fin de contribuir a la detección temprana de la diabetes y otras enfermedades crónicas.
2. Capacitar y proveer de recursos a entrenadores de estilo de vida, con el fin de ayudar a prevenir, atacar y revertir la diabetes de Tipo 2, por medio de capacitación en salud comunitaria y programas de intervención de estilo de vida tales como las versiones localizadas de programas de capacitación de salud, lo que incluye el CHIP (Programa Integral de Mejoras a la Salud), el CHEP (Programa de Educación para la Salud Comunitaria), y Viva Más.
3. Apoyar la capacidad de construcción de los profesionales de salud y los obreros de salud comunitaria sobre gestión de la diabetes y cuidado de las extremidades del pie en todo el Pacífico.
En el presente, la Iglesia Adventista tiene la oportunidad de transformar la vida de miles de personas, y todo lo que se necesitan son recursos y apoyo financiero para que esto sea una realidad. Con solo 76 dólares se puede salvar la vida y las extremidades de alguien que esté sufriendo o sufra riesgos de la diabetes de Tipo 2.
La Campaña 10 Mil Dedos marcará el énfasis de la ofrenda misionera Big Camp 2018. Para saber más sobre la campaña o para enviar