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El 17 de enero de 2018, la Corte de Apelaciones de la X Circunscripción de los Estados Unidos emitió un fallo a favor de Richard Tabura y Guadalupe Diaz, exempleados de Kellogg USA, que fueron despedidos en 2012 por violar los reglamentos de la compañía que exigían trabajar los sábados (el día que Tabura y Díaz observan como día de reposo).

Los demandantes más tarde demandaron a Kellogg por discriminación religiosa, aduciendo que la compañía no les brindó los arreglos necesarios exigidos bajo el Título VII. La Corte de Apelaciones de la X Circunscripción avaló el pedido, diciendo que para que un arreglo sea razonable Kellogg tendría que haber ofrecido a los empleados la oportunidad de evitar el trabajo todos los sábados, no solo algunos.

“La Iglesia Adventista del Séptimo Día se complace con esta histórica decisión que defiende el derecho fundamental de los estadounidenses de seguir sus creencias religiosas en el lugar de trabajo”, dijo Todd McFarland, asesor legal asociado de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

En su decisión, los jueces determinaron que el “reglamento de empleo neutral” de Kellogg, en el que todos los empleados que deseaban un día libre estaban sujetos a los mismos requisitos, no llega al punto de arreglo razonable en lo que respecta a las prácticas religiosas personales. Como tal, la Corte de Apelaciones de la X Circunscripción revirtió el fallo anterior, que envió el caso de regreso al Juzgado de Primera Instancia (D.C. No. 1:14-CV-00014-TC-PMW).
 
Tabura y Diaz fueron despedidos en 2012 de sus trabajos en la planta de Kellogg USA en Utah por faltar a trabajar los sábados. En 2011, Kellogg incrementó la producción e implementó un plan de operaciones ininterrumpido conocido como “equipos laborales continuos”. El programa creó cuatro turnos rotativos que implicaba que los empleados trabajaran dos sábados al mes, o 26 al año. Aunque ambos demandantes intentaron usar sus días libres y cambiar con otras personas, terminaron recibiendo muchos puntos de ausencia en un período de doce meses y, después de agotar lo que Kellogg describe como “medidas disciplinarias progresivas”, fueron despedidos.

“Los demandantes perdieron en primera instancia”, dijo McFarland. “La corte dijo que era suficiente la oferta de Kellog de usar tiempo de sus vacaciones y cambio con otros obreros. No tenían que eliminar el conflicto, sino darles la oportunidad de hacerlo, y que no era problema de Kellog que no hubiera suficientes obreros para cambiar o suficiente tiempo de vacaciones”.

Kellogg, una compañía de fabricación de alimentos, fue fundada como la Compañía de Copos de Maíz Kellogg en Battle Creek en 1906 por Will Keith Kellogg y John Harvey Kellogg. John Harvey, en esa época, era adventista y dirigía el Sanatorio de Battle Creek, de la Iglesia Adventista. La operación del sanatorio se basada en los principios de salud de la iglesia, que incluyen una dieta sana, un régimen de ejercicios, el descanso apropiado, y la abstinencia de alcohol y tabaco. John Harvey terminó apartándose de las creencias de la iglesia, adoptando lo que muchos creen que fue una forma de panteísmo.

 

ACERCA DE LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA Y LA LIBERTAD RELIGIOSA
Durante más de un siglo, la Iglesia Adventista del Séptimo Día ha sido una voz destacada en la defensa de los derechos de todos los ciudadanos estadounidenses, no solo de los miembros de iglesia, para que sigan su conciencia en la práctica de su fe. En Abercrombie, la Iglesia Adventista presentó un “amicus curiae” desafiando el derecho de Abercrombie and Fitch de denegar empleo a una joven musulmana por usar una hiyab. En 2015, la Corte Suprema falló 8-1 a favor del reclamo de los demandantes de que no se le tendría que haber denegado el empleo por practicar su fe.

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